|
"Opinión"

"¿Por qué dar pasos atrás?"

""
22/09/2018

    Cuauhtémoc Celaya Corella

    La verdad Inge, no demuestra el Presidente electo en sus discursos, la confianza que  muchos ciudadanos quisiéramos escucharle. Claro que hay muchos que le aplauden ciertas cosas de carácter positivo, y guardan silencio en aquellas que no responden a ése carácter. De éstas últimas están sus ataques contra el Banco de México, al decir que si se viene un desastre financiero, este Banco será el culpable. No sabe que la tarea del Banxico es la política monetaria para controlar la inflación, y lo financiero es responsabilidad del Ejecutivo, o sea él.
     
    Pero se cura en salud. También califica a la prensa como “fifí”, dándole un tono burlesco y adelantándole ya adjetivos para que su público se entere y en caso de que no le sean favorables, ya ha preparado a un segmento para que los critique. Y así lo estará haciendo con cada sector. Y siempre tendrá una excusa para justificar su inmadurez política. Su conducta pueril, que puede gustar a muchos, le hará salir siempre con un “yo no fui, fue él, o aquél o aquél”. Lo veremos Inge.
     
    Y lo último: recibo un país en bancarrota. Qué juicio tan desafortunado. Seguro que se le regresará y dañará a su régimen y al país, porque manda una señal falsa al exterior, y desde luego los mercados no se la compran, pero sí la guardan, por si se ofrece. La respuesta la pueden dar las calificadoras, y puede no ser a nuestro favor.
     
    Lo que me parece peor, es el coro que tiene en el Congreso, que hasta ahora lo que ha mostrado es una total sumisión al Ejecutivo en jefe. Sabiéndose sin contrapeso, y con bancadas altamente débiles, están preparados para lo que diga y quiera en sus ocurrencias su majestad toda poderosa. Lo votado a favor del Gobernador de Chiapas, para que fuera a substituirse así mismo por tres meses, y luego regrese al Senado, no tiene precedente. 
     
    Perdonar a priori a la responsable de fraudes en Sedesol y Sedatu, superó la ocurrencia de hacer senadores a personajes oscuros y con cuentas judiciales,  por ese desplante, debe una explicación a los suyos, y a los no suyos.
     
    El comentar sobre la suspensión de las reformas, “echándolas abajo” hace que los neomorenistas a coro, aplaudan, como con otras decisiones, con la seguridad de que es lo correcto, sin darse cuenta que ignoran sus beneficios. Me referiré a la reforma educativa, Inge.
    Puedo asegurarte que la calidad académica y educativa que dicen en sus discursos, los  responsables de la educación en los estados, así como rectores y ejecutivos de organismos como Conacyt y otros, es totalmente falsa. Si bien hay jóvenes con promedios elevados y son brillantes, el promedio de la misma, es bajo. La educación en México se ha deteriorado al paso del tiempo, y lo peor, se ha vulgarizado. Eso es grave para un país que está en una oportunidad para dar un salto hacia mejores posiciones de aceptación educativa.
     
    ¿Por qué te lo digo, Inge? Porque desde abajo se ve la diferencia entre la educación gratuita y la que tiene un costo. Esta última, forma mejor, incluso, con un mayor sentido patriótico. 
     
    Ejercen control sobre el sistema que imparten y auditan y capacitan a su profesorado. Tienen un producto al final de cada ciclo. En tanto la pública carece de complementos, sin embargo el Estado la consiente, y todavía la premia después de las amenazas que recibe, y cuando quiere auditar los conocimientos y posiciones intelectuales, recibe rechazos, y en lugar de cumplir su obligación y la ha presentado como coartada política, refugiándose en las enaguas sindicales, o bien ahora, en la voz patriarcal del electo.
     
    Oposición total a la certificación de su trabajo, cuando el mundo sabe que para poder ser competente, la certificación es una obligación. Así, con esas negativas, ¿Cómo hablar de mejorar niveles educativos? 
     
    Se debe reconocer que la reforma fue un producto mal vendido por Peña y Nuño, pues la trabajaron con un carácter punitivo. Ahí mostraron lo poco que sabían de gobernar un sector y la falta de sensibilidad social. México en ciertos temas de su expresión socio política, no requiere de leyes, sino de prudencia y cordura para negociar y convencer.
     
    Y el régimen que actúa de facto como gobierno, por haber renunciado el gobierno constitucional a su responsabilidad, pareciera ser que camina por las mismas veredas, solo que con más agresividad y quién sabe si, con más perversidad.
     
    ¿Qué tan culto será quien enseña a los niños en la primaria? ¿Qué tan actualizado estará el profesor de secundaria?, ¿Qué tanto dominará las tecnologías un profesor de bachillerato?, ¿Qué tanta práctica profesional tendrá el profesor de nivel profesional?
     
    Me parece Inge, que por ahí debe de ir la evaluación de los trabajadores de la más sagrada de las actividades humanas, la de preparar.
     

    Periodismo ético, profesional y útil para ti.

    Suscríbete y ayudanos a seguir
    formando ciudadanos.


    Suscríbete
    Regístrate para leer nuestro artículo
    Esto nos ayuda a identificarte mejor al poder ofrecerte información y servicios justo a tus necesidades al recibir ayuda de nuestros anunciantes.


    ¡Regístrate gratis!