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"OPINIÓN"

"Q&Q (Segunda parte)"

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25/01/2020

    Arturo Santamaría Gómez

    santamar24@hotmail.com

     

    Quirino y el Químico están en España. A juzgar por lo que vemos en la prensa, el Gobernador sabía a lo que iba, pero el Alcalde parece que nomás anda tanteando. Y si no es así, lo que vemos es que la oficina de prensa de Quirino sabe hacer su trabajo y la de Guillermo Benítez anda extraviada.

    La agenda de trabajo de Quirino la conocimos con antelación. La del Químico solo sabíamos que iba a visitar la Embajada de México en Madrid. Ya nos enteramos que el Gobernador se ha entrevistado con diferentes grupos de hoteleros. El Alcalde nos dijo que se iba a traer un vuelo de la península a Mazatlán, hasta el momento no se nos ha informado nada, aunque nos promete que funcionarios de la Organización Mundial del Turismo visitarán al puerto y que un grupo industrial está interesado en invertir en la ciudad.

    Ninguno de los dos parece haber amarrado nada, solo promesas. No debe ser fácil concretar negocios en esa feria turística porque lo cierto es que, después de varios viajes de funcionarios sinaloenses a España, incluyendo gobernadores, no se ha logrado traer nada de Europa.

    La historia turística de Sinaloa nos dice que los turistas europeos, salvo excepciones, no se han interesado ni por nuestras playas ni por nuestras ciudades. Sinaloa solo ha sido tierra de paso para dirigirse a la Sierra Tarahumara, aunque sí ha sido atractiva para inversiones hoteleras, como ha sido el caso de Riu en Mazatlán.

    Para ilustrar lo anterior, cito un análisis que publiqué hace 15 años en mi libro “Del alba al anochecer. El turismo en Mazatlán (1972-2004):

    “Los esfuerzos por traer (turismo europeo) se han concentrado en Alemania y España, pero no han sido continuos ni diseñados a largo plazo. Más bien han sido tareas individuales y carentes de planificación. Esta carencia se ha observado en diferentes intentos por traer turistas alemanes a Mazatlán. Por ejemplo, en 1988 se anunciaba que el siguiente año se iniciaría la conquista del turismo europeo cuando se iniciara un vuelo fletado desde Frankfurt, Alemania, que nunca se concretó. Diez años después, en febrero de 1998, se anunció con bombos y platillos que viajaría desde Colonia, Alemania, un charter quincenal, el cual ofrecía un tour compartido de 14 días con Puerto Vallarta y Barranca del Cobre. Según Casimiro Ramírez Ibarra, presidente de la AHyET, ya se estaban elaborando folletos de Mazatlán en alemán y se asistiría a la Feria Internacional de Turismo de 1999, en Berlín, para darle seguimiento a tal proyecto; pero dos meses después se anunciaba que el tour programado para noviembre se posponía para mayo del siguiente año. Ni en mayo ni en ningún otro mes se concretó tal proyecto y Mazatlán se quedó esperando a los 267 alemanes que se habían prometido llenarían nuestras playas. Ese mismo año, a raíz de la visita del Presidente de Islandia al puerto sinaloense, también se especuló fantasiosamente con la idea de traer vuelos directos desde Islandia. Tres meses después, en junio, Juan Fernández García Matos, de la Secretaría de Turismo (federal) afirmaba que con la visita de agentes de viajes españoles se confirmaba el interés que tenían por Mazatlán. Sin embargo, al igual que los alemanes los españoles no vinieron.

    En los años setenta y ochenta las estadísticas de las oficinas locales de turismo informaban de la visita de turistas europeos pero los porcentajes eran irrelevantes. A inicios de los noventa se empezó a observar un ascenso relativo. En 1990 llegaron del Viejo Continente 2,600 visitantes. En 1994 Mazatlán contempló la mayor cantidad de turistas europeos de toda su historia:

    11,500. Después de ese año, hasta 2003 no se superó esa cifra. Ese mismo año, Raúl Lleras (amigo al que aprecio), a su regreso de la Feria Internacional de Turismo, celebrada en España, alegremente decía que un vuelo que había entre Madrid y Houston permitiría traer turistas de Europa a Sinaloa. Lleras decía que la “promoción de Mazatlán sería muy extensa” en Europa a través de las agencias Marsans, Tours Viva, Avelux, Mesoamérica, etc. Quizá la promoción se hizo pero los frutos no se vieron.

    En 2004 de nueva cuenta se hicieron intentos a través de Aeroméxico para atraer visitantes de Europa y Sudamérica para la temporada de invierno. Ya antes, en la FITUR de España, se promovieron el circuito Mar de Cortés, Barrancas del Cobre y El Quelite como parte de los atractivos para visitar a Mazatlán. Se realizaron negociaciones con empresas mayoristas españolas pero los resultados no fueron nada espectaculares porque no había los atractivos que el gusto europeo demandaba. En gran parte por esa razón, Ernesto Coppel pedía que se olvidaran de Europa, Japón y Sudamérica para concentrarse en la costa oeste de Estados Unidos. El dueño de Pueblo Bonito concluía: “Aquí al otro lado está la papa. Qué estamos haciendo en otros mercados que no nos corresponden”.

    Los viajes de los funcionarios no se acabaron en 2004. Siguieron y siguen. Los sueños de conquistar el mercado europeo son grandes pero los logros son insignificantes. ¡No queremos aprender de la historia, pero los paseos a Europa quién se los quita!

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