"Rocha aclara su relación con Cuén. Altas expectativas de los rochistas"

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La invitación había corrido con sigilo para los universitarios que se identifican con la postura del Senador Rubén Rocha Moya en torno al tema Universidad Autónoma de Sinaloa. “Vamos a ver lo del cambio a la Ley Orgánica, nombrar un nuevo Rector interino para que este a su vez cambie a todos los funcionarios y directores en un término de un año, para que se pueda llamar a elecciones limpias”, decía la sugerente convocatoria.

Ello reunió el sábado a un grupo selecto de alrededor de 50 rochistas que empezaban a inquietarse por las frecuentes apariciones de su líder, en redes y fotografías, junto al dirigente del Partido Sinaloense, Héctor Melesio Cuén Ojeda, y el Rector de la UAS, Juan Eulogio Guerra Liera. 

Fue anunciado el encuentro como el inicio de una era “sin yugo a los profesores, administrativos y principalmente a los estudiantes, que sean libres para elegir y que participe el que quiera y tenga la calidad moral de representar a nuestra Universidad Autónomas de Sinaloa”.

Pero Rocha Moya llegó a la cita con otra misión. Quería parar en seco las especulaciones que lo retiran del objetivo que planteó el 8 de mayo, en el debate entre candidatos al Senado, consistente en encabezar las transformaciones profundas en la UAS luego de la evaluación que resultaría de auditorías académica y administrativa.

El Senador fue enérgico ante sus desesperados seguidores. “Tengo exactamente la misma idea, ahora, de que la Universidad está atrapada y que indebidamente está sobrepuesta en la estructura universitaria un partido político. No tengo la menor duda y no me muevo para atrás”, comenzó diciendo.

“Que ha aparecido alguna fotografía con el Rector y con Cuén, no sirve para nada. No tengo necesidad de hacer acuerdos ni con Cuén ni con el Rector. Nosotros no tenemos necesidad de eso. Somos quienes gobernamos a este país y no vamos a doblegarnos ante situaciones que nos parecen irregulares, incorrectas y particularmente lo que ocurre en la Universidad es irregular y es incorrecto.

“Entonces quién puede pensar que nosotros nos vamos a sentar, que los necesitamos para qué,  ¿para que Rocha a lo mejor sea Gobernador del Estado? No interesa, gracias. Eso quiero que lo digan. Lo que sí es que soy Senador del Estado de Sinaloa y tengo que atender al Rector de la Universidad, y particularmente a Héctor Melesio Cuén, que ha llevado unas iniciativas ciudadanas ante el Senado y que lo he recibido y que si hubiera ocasión de presentarlas ante el Pleno muy probablemente tendríamos que revisar si es pertinente para los sinaloenses apoyarlas.

“Esa es nuestra función y todo aquel que vaya al Senado, sinaloense o no sinaloense, que nos busque y con mucho gusto los atendemos, los recibimos, porque representamos a Sinaloa, a todos los sinaloenses, y en esa medida ocurren encuentros o no. Quiero dejar muy claro esto para que no haya dudas de nuestro punto de vista: aquí, sean o no sean de Morena, son universitarios y merecen todo mi respeto y los atendemos con el mismo sentido”. Hasta aquí la intervención de Rocha.

Tarde o temprano tenía que ocurrir ese desfase entre las desbordadas y ansiosas demandas de los rochistas para que el gobierno de Morena intervenga en la UAS, y la incómoda postura del Senador Rubén Rocha al significar factor de gobernabilidad y no de inestabilidad. Él tiene la obligación de proceder conforme la ley se lo permita; a los estudiantes y profesores inconformes con el cuenismo los apremia el desespero.

Sea cual sea el camino de la reforma universitaria, el éxito de lo que se logre ha de fincarse en la legalidad. Hoy que las utopías sociales proceden a hacerse realidad, por qué no empujar la quimera de que la transformación en la UAS sea sobre la base de entender a los que reclaman cambios profundos, y que las autoridades institucionales implementen la autocrítica y corrección en aquello que hicieron mal. 

Re-verso

Los ocupa unidos a todos, 

El reto que se avecina:

Salvar al águila rosalina,

Atascada en muchos lodos.

A ellas no las toquen

A ellas, las Sabuesos Guerreras, el Estado ya les debe lo suficiente con el hecho de no encontrar a sus hijos desaparecidos, como para agregarle otros agravios. ¿Por qué entonces el cerco policiaco que pretendió impedirles que protestaran en el quiosco de la Plazuela Álvaro Obregón? ¿Tuvo que ver el Alcalde Jesús Estrada Ferreiro en ese intento represor? A estas madres los culiacanenses las seguiremos apoyando, las seguiremos cuidando.