|
"Aldea 21"

"Sindicalismo emplazado"

""
ALDEA 21

    vraldapa@gmail.com

    @vraldapa

     

    El sindicalismo en México ha sido uno de los sectores sociales que sufrieron un notable deterioro como organizaciones representativas de los trabajadores durante el periodo neoliberal, un gradual desprestigio público y denostada utilidad social, hasta colocarlos en una situación de evidente marginalidad política y moral. Durante las últimas tres décadas la membresía de los sindicatos ha venido disminuyendo de manera considerable y con ello también su imagen pública. 

     

    De acuerdo con el investigador Roberto Zepeda Martínez, tan sólo de 1993 a 2008 la tasa de sindicalización se redujo casi en una cuarta parte y según la casa encuestadora Mitofsky, aproximadamente 12 de cada 100 mexicanos en su etapa laboral han pertenecido a algún sindicato. En este momento, cerca de 3.5 millones de personas son sindicalizadas, es decir casi el 5 por ciento de los ciudadanos del país.

    Durante el periodo de los gobierno neoliberales, los sindicatos eran considerados como lastres para el crecimiento económico y el desarrollo del país, el caso más evidente de embestida contra el sindicalismo sucedió en el gobierno de Felipe Calderón al desaparecer el Sindicato Mexicano de Electricistas fundado dese 1914 y con alrededor de 66 mil afiliados, esta política neoliberal de ir disminuyendo progresivamente la presencia de los sindicatos también se reflejó en una visible campaña mediática de desprestigio con la que se logró permear en el pensamiento popular la idea de que son los sindicatos los responsables del mal servicio y deterioro de las instituciones públicas y los gobiernos, además de relacionar a los trabajadores sindicalizados como sinónimo de ineficiencia y obstáculo para la llamada competitividad.

     

    Sin embargo, en países europeos podemos verificar una presencia importante de sindicatos, en donde según el Instituto Gallup para la agencia Eurofound de la Unión Europea, en naciones como Finlandia el 80 por ciento de la empresas tiene cobertura sindical, y en Dinamarca en un 70 por ciento, lo que nos dice que no son los sindicatos como organización las que deterioran las relaciones laborales y productivas, sino la práctica deshonesta donde, necesariamente, la parte patronal es en todo caso la que alienta y promueve la corrupción, no se explica de otra manera el proceso de deterioro que han alcanzado algunos sindicatos en México.

     

    Los sindicatos son organizaciones indispensables para alcanzar el equilibrio social de nuestra sociedad, funcionan para disminuir las desigualdades sociales y procuran el reconocimiento y cumplimiento de los derechos y condiciones laborales. La situación en la que se encuentran actualmente los sindicatos no es error del sindicalismo sino de los sindicalistas, es una equivocación cuestionar a la figura del sindicato como institución, pues se integra por trabajadores, clase social mayoritaria en nuestro País. Pensar que es mejor que desaparezcan los sindicatos es como creer que se cura al enfermo tratándolo de matar. 

     

    En esta etapa histórica de la llamada cuarta transformación, el propio Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, ha convocado a todos los mexicanos para desterrar la corrupción y a actuar de manera honesta, sin venganzas ni rencores personales. Por eso llama de nuevo mi atención la absurda confrontación que el Presidente Municipal, Jesús Estrada Ferreiro, provocó con el Sindicato del Ayuntamiento de Culiacán, situación que puso al gobierno municipal ante un emplazamiento de huelga para el 13 de mayo. Aunque el propio Alcalde reconoce su falta al querer negar los apoyos económicos que por ley le corresponden al STASAC.

     

    Son los gobiernos los que en primera instancia deben garantizar los derechos y respetar las leyes, pero también procurar el bienestar social de sus habitantes, una de esas formar es promover la organización de los sectores sociales como el de los trabajadores, a nadie ayuda que un Alcalde actúe con aversión y promueva la desconfianza hacia los sindicatos, mucho menos al sindicato del Ayuntamiento donde él también trabaja.

    Periodismo ético, profesional y útil para ti.

    Suscríbete y ayudanos a seguir
    formando ciudadanos.


    Suscríbete
    Regístrate para leer nuestro artículo
    Esto nos ayuda a identificarte mejor al poder ofrecerte información y servicios justo a tus necesidades al recibir ayuda de nuestros anunciantes.


    ¡Regístrate gratis!