Molesto por la reciente cancelación del dragado y modernización de la zona de carga marítima del puerto de Mazatlán, el Gobernador Quirino Ordaz Coppel, lejos de rendirse, planea subir de nivel el reclamo de la obra que considera vital para el sur de Sinaloa.
Aliado con los gobernadores del Corredor Económico de la región noroeste del País, Ordaz Coppel quiere llevar el proyecto a una escala regional que le sume apoyos ante el futuro Gobierno de Andrés Manuel López Obrador.
La apuesta no es sencilla, el dragado del Canal de Navegación del puerto tiene más de una década en los escritorios de los funcionarios, pero después de decenas de estudios y de licitaciones suspendidas, los trabajos nunca se han hecho realidad.
Ordaz Coppel también sabe que el equipo de López Obrador llegará con sus propios proyectos, lo que hace más difícil la competencia por los recursos para las grandes obras.
Sin embargo, modernizar el puerto de carga de Mazatlán tiene varias características que lo hacen muy atractivo y quizá el principal es que detonaría la economía de estados como Durango, Nayarit, Jalisco, Chihuahua y Coahuila.
Sigue el cabildeo
Y después de inaugurar uno de los carriles remodelados de la Avenida del Mar en Mazatlán, el Gobernador Quirino Ordaz Coppel aterrizó en la Ciudad de México.
El viaje es la continuación del cabildeo que mantiene el Mandatario con funcionarios y legisladores en la Ciudad de México para amarrar los proyectos para Sinaloa en el 2019.
Ordaz Coppel se reunirá con Alfonso Ramírez Cuellar, presidente de la Comisión de Presupuesto en el Congreso, un funcionario clave en la aprobación de cualquier presupuesto federal.
El Gobernador lleva años construyendo relaciones con funcionarios y sabe que más que los puestos y las recomendaciones, lo que construye es la relación con las personas, así que le invierte con la intención de conseguir las obras que vendrán a Sinaloa.
Roberto Cruz, ¿líder
de Morena en Sinaloa?
Quien no deja de tomarse fotos y selfies con integrantes de la cúpula morenista es el ex panista, Roberto Cruz Castro.
Astuto, un día sí y otro también envía señales para presumir “lo bien que se la lleva” con los senadores Rubén Rocha Moya e Imelda Castro Castro.
Y hasta con Olga Cordero, la próxima Secretaria de Gobernación, aunque en realidad la conozca de lejos.
Por estos días el “Güero” anda en la Ciudad de México en el toque de puertas, con dos objetivos: uno, colarse al gabinete federal y dos, aunque suene descabellado, ¡convertirse en el líder de Morena en Sinaloa!
El desgaste prematuro que han sufrido alcaldes como Jesús Estrada Ferreiro, de Culiacán, que hasta huelga de hambre le hicieron sus huestes por entregar casi todos los cargos a priistas, evidencia la falta de timón en el barco lopezobradorista en la entidad.
Es nula la estructura, ni hablar de liderazgos que pongan orden y canalicen políticamente los conflictos cada vez más intensos que traerá consigo el ejercicio del poder y dinero en Sinaloa.
El dirigente formal, Raúl Elenes, tiene meses que se desvinculó de toda responsabilidad, pues lo suyo ahora es empaparse de las broncas del mar, en la víspera de asumir la Comisión Nacional de Pesca.
En esta coyuntura, Cruz Castro vio la oportunidad de meterse hasta la cocina, si lo dejan, al partido Morena.
Para ello trabajó en el último año como Diputado local, tras la ruptura con el PAN, por lo cual un segmento importante lo ve “como de casa”.
Habrá que ver hasta dónde lo dejan llegar los radicales de Morena, que se cuentan por muchos.
El gran circo
Esta nota que cimbró al auditorio mexicano fue la acusación que hizo el abogado que lleva el caso de Joaquín “El Chapo” Guzmán en Estados Unidos, Jeffrey Lichtman.
El abogado del capo sinaloense dijo de sopetón que Ismael “El Mayo” Zambada pagó millones de dólares a los dos últimos presidentes de México, o sea a Felipe Calderón Hinojosa y a Enrique Peña Nieto.
Y no sólo, eso, el abogado dijo que el verdadero jefe del Cártel de Sinaloa es su co-acusado, Zambada García, quien nunca ha pasado un día en prisión y continúa prófugo.
“El Mayo”, aseguró Lichtman, ha pagado “al actual y al anterior Presidente de México... millones de dólares en sobornos”.
Lichtman denunció también que los gobiernos de México y Estados Unidos confabularon con “El Mayo” “para incriminar” a Guzmán Loera como líder del Cártel de Sinaloa.
Asimismo, aseguró que el sinaloense es “un chivo expiatorio” utilizado desde 1993 para cubrir al Cártel de los Arellano Félix y al propio Zambada García.
¡Bueno!, dice uno y ese “chivo expiatorio” se escapó dos veces de prisión.
Y no sólo es “chivo expiatorio” según el abogado, sino un “hombre sin importancia” dentro de los negocios del tráfico de drogas.
El ex Mandatario Felipe Calderón y el vocero de Enrique Peña Nieto se tomaron muy en serio estas declaraciones y negaron todo.
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