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"Observatorio"

"¿Vargas Landeros a Morena?"

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OBSERVATORIO

    Rocha Moya lo quiere frenar
     
     
     
    A diferencia de Mario López Valdez que se mantiene de bajo perfil tras el escándalo de corrupción que lo salpica, Gerardo Vargas Landeros sí busca la oportunidad de dirigir el Movimiento Regeneración Nacional en Sinaloa y desde esa plataforma pretender la candidatura a Gobernador en 2021. No está políticamente muerto; anda de pesca en las aguas revueltas del amloísmo.
     
    Quiere subirse al trapecio presidencial de Andrés Manuel López Obrador con tres redes de protección: Elba Esther Gordillo, Yeidckol Polevnsky y Marcelo Ebrard. Y vuelve a desplegar el amuleto del trébol de cuatro hojas, con miras a reinstalar el Grupo Mochis en la sede del Poder Ejecutivo Estatal.
     
    El ex Secretario General de Gobierno se dice un político cercano a Polevnsky, la mujer empresaria que dirige a Morena a nivel nacional, sin que existan evidencias públicas de tal amistad, aunque sí estuvo al pendiente de la maestra Gordillo el tiempo que la ex lideresa magisterial fue privada de la libertad acusada de los delitos de defraudación fiscal y lavado de dinero.
     
    Con Marcelo Ebrard el enlace es Mario López, pues al coincidir los dos en el ejercicio del gobierno, aquel en la Ciudad de México (2007-2012) y este en Sinaloa (2011-2016), cuajó entre ambos una extraña relación que hoy serviría para los fines que a los interesados convengan y Gerardo Vargas está dentro de esos propósitos que a Malova le interesan.
     
    Le faltaría a GVL saltar un gran obstáculo. Rubén Rocha Moya, Senador de Morena y cercano a López Obrador, también quiere ser Gobernador como último proyecto político antes del retiro, aspiración que ha sido destapada por sus seguidores y asesores en una riesgosa anticipación a los tiempos naturales de la sucesión sinaloense.
     
    En esta primera batalla de una guerra por el poder que se pronostica prolongada, Rocha impulsa a Juan de Dios Gámez Mendívil para que encabece la directiva local de Morena, poniéndole el primer cerrojo a la puerta por la cual Vargas Landeros quiere entrar al partido. Es de importancia crucial porque definirá si GVL entra por el zaguán al equipo de AMLO, o por el acceso destinado a la servidumbre.
     
    Por lo pronto, el único elemento a la mano para especular sobre el reposicionamiento o rezago político de Vargas es la pretendida conducción de Morena en un estado donde esta organización de izquierda carece del liderazgo que reunifique a los pejistas que en 2016 se dividieron a raíz de que López Obrador impuso a Jesús Estrada Ferreiro como candidato a Gobernador.
     
    Muchas de las rencillas no han sanado y en tal dispersión Gerardo Vargas encuentra condiciones idóneas para meterle a Morena el polen del trébol. Lo intentó durante la campaña de López Obrador, pero la respuesta es que tenía que entrar como abeja obrera y no como abejón zángano que llegaba a sacar provecho de la gran colmena.
     
    El proyecto de Rocha para suceder a Quirino Ordaz Coppel sería en todo caso el más razonable porque tiene la plataforma del Senado, el apoyo de Ignacio Mier Velasco, el ex priista que se trepó a la llamada Cuarta Transformación, la cercanía con el Presidente electo de México y la simpatía del Gobernador Quirino Ordaz.
     
    Sin embargo, las candidaturas que se adelantan tanto se convierten en hojas secas que caen con el primer viento. Si Rocha logra poner al frente de Morena a su ex colaborador en la Subdirección de Capacitación del ISSSTE, o si Gerardo Vargas logra que Ebrard, Polevnsky y la Gordillo lo avalen para dirigir a ese partido en Sinaloa, apenas se estarán situando en el campo de batalla de la sucesión 2021.
     
    Quien gane avanzará al siguiente frente de guerra y quien pierda podría implementar la retirada debido a que pronto aparecerán más generales en el ejército de lopezbradoristas, que crean que Sinaloa será PAN comido dentro de tres años.
     
    Re-verso
    En la lucha de botargas,
    Cada cual su traje teje,
    Rocha se viste de Peje,
    Y de trapecista Vargas.
     
    La tempestad azul
    El grupo político que tiene en su poder al Partido Acción Nacional de Sinaloa, encabezado por Sebastián Zamudio, tuvo su propia tormenta con la decisión del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, consistente en quitarle la Diputación local a Jorge Villalobos Seáñez para asignarla a Vanessa Sánchez, por cuestiones de equidad de género. Es otro llamado a iniciar la reconstrucción del panismo sinaloense antes de que la militancia asuma el control de los daños.
     
     

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