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"Opinión"

"Voto dividido, controles al poder"

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    Lo que más quisiera el ganador de la elección presidencial es quedarse también con mayoría en las cámaras y eso no sucederá. La Cámara de Diputados y Senadores serán plurales en su composición, difícilmente un solo partido alcanzará las mayorías calificadas, porque las absolutas no las permite la Constitución. Hay cláusulas, y existen precisamente para evitar controles absolutistas.
     
    El pasado 13 de junio, el historiador mexicano y uno de los intelectuales nacionales más reconocidos en el mundo, Enrique Krauze, compartió una reflexión sobre el “poder absoluto”, dijo que los líderes absolutistas de derecha y de izquierda, fascistas o comunistas causaron grandes males a sus países. Dijo también que el Siglo 20 en América Latina el poder absoluto de las dictaduras militares, caudillos revolucionarios o populistas provocaron hambre, desolación y muerte.
     
    Habló también del poder absoluto del presidencialismo mexicano en tiempos del PRI, donde se tenía al menos la garantía de la “no reelección” pero aun así se causó mucho daño al perseguir y suprimir a la oposición. El poder absoluto, corrompe absolutamente, y en el dicho del intelectual, lo mejor es reflexionar para no dar todos los votos a un mismo partido político.
     
    Ernesto Zedillo, Vicente Fox, Felipe Calderón, Enrique Peña Nieto gobernaron sin tener el apoyo mayoritario de su partido en el Congreso. Necesitaron construir alianzas, negociar con la oposición y hacer valer los principios de la democracia respecto al equilibrio del poder. 
     
    México no debe regresar a las tentaciones autoritarias, sobre todo cuando los líderes suelen poner en entre dicho la confianza en las instituciones del Estado. Pensar en darle el poder mayoritario a un solo partido político en un irreflexivo voto de todas las boletas electorales es un verdadero atentado a la democracia.
     
    Lo es, porque el voto debe ser reflexionado, de conciencia y no de consigna. La arenga de los partidos políticos a pedir un “voto parejo”, es eso, una proclama de conveniencia para ellos, que les dará mayores réditos pero de ninguna manera quiere decir que sea lo más conveniente para la endeble democracia mexicana. 
     
    El votante debe conocer bien al candidato o político a quien le concederá el voto. Debe reflejarse en sus propuestas, valorar su trayectoria, su capacidad y preparación. Conceder votos masivos no ayuda en nada a mejorar las condiciones de un país con enormes carencias en materia de cultura política. Votar a ciegas es un riesgo que no debemos correr como sociedad.
     
    Me sumo al llamado que hace el intelectual mexicano para no dar un voto a ciegas, un voto de odio o un voto sin razón. Dependiendo de la entidad federativa donde viva, usted tendrá cinco o seis boletas electorales, cada una cuenta una historia diferente. No es lo mismo votar por uno que por otro. Reflexione muy bien sobre lo que se gana y lo que se pierde, votando por tales o por cuales. 
     
    El voto a la alcaldía es un voto de afinidad y eficiencia, de estilos de gobierno y propuestas de solución a los problemas de la comunidad como recolección de basura, alumbrado, vialidades, agua y servicios. El voto para diputados federales y locales es un voto de afinidad ideológica y representación en temas un poco más complejos pero no menos importantes, es el espacio de los contrapesos, de los equilibrios y de las discusiones de los temas públicos más importantes como la aprobación de los presupuestos y la asignación de los recursos. Al Senado van los hombres y mujeres de inteligencia y capacidad probada, reflejo de una madurez en el entendimiento de los asuntos públicos porque ahí se representa el Pacto Nacional, la Cámara que pone freno al Presidente en temas tan importantes sobre la gobernanza interior y la política exterior. 
     
    Y por último el voto a los titulares del Ejecutivo, de la Nación y los estados. En donde usted debe evaluar por supuesto la capacidad del candidato, su trayectoria y la visión que tiene sobre el futuro de nuestro país, su plan de gobierno o plataforma política. Yo tengo bien definido los votos federales que habré de depositar en la urna porque tengo bien claro el camino que debe seguir nuestro País. Sigo reflexionando los votos de mi entorno próximo, porque a veces la elección más difícil es de eso que tenemos más cerca y por ello nos afecta más. Luego le seguimos...
     
     

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