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"Malecón de Culiacán"

"Ya hay dos en la carrera"

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MALECÓN
04/12/2017

    Andrés Manuel López Obrador y José Antonio Meade son los dos primeros claros aspirantes a la Presidencia de la República, para tomar el lugar de Enrique Peña Nieto.

    Ayer se registró ante el PRI, el ex Secretario de Hacienda, como precandidato para la grande, y a como se ha visto la cargada, a lo más que puede llegar el PRI es ponerle un “costal” para legitimar.

    Es cierto que AMLO encabeza todas las encuestas. 

    Y no podría ser de otra forma si lleva, al menos, dos generaciones de mexicanos en campaña.

    El tema con “El Peje” es que adelanta sus cartas, no puede crecer mucho más de lo que ya ganó. 

    Tiene que mantenerse y esperar que los demás no crezcan. Y eso, no está en su control.

    Por su parte, Meade seguramente irá creciendo, sobre todo cuando la maquinaria del PRI comience a operar y cuando Peña Nieto libere enormes cantidades de dinero para su campaña.

    Siempre se ha dicho que “El Peje” es su propio enemigo, vamos a ver si en este proceso muestra si ya aprendió la lección.

     

    Meade, bajo el crisol

    Intentemos ver a José Antonio Meade sin las fobias que despierta, tanto por el priismo, en sí mismo, como por pertenecer a la élite enriquecida con el abuso del esfuerzo de los mexicanos.

    En otras palabras, veamos el tema desde la perspectiva estratégica.

    El PRI tiene en frente a Andrés Manuel López Obrador, quién encabeza las encuestas. 

    Sabe que aún jala una buena, muy buena cantidad de votos.

    Los del PRI saben que sus negativos son altos, también. 

    Sobre todo, después del Gobierno de Enrique Peña Nieto que, ante la cantidad de memes y burlas y críticas en su contra, no hay mucho que escribir.

    Pero salvo en el 2000, el PRI siempre ha tenido negativos, y sabe navegar con ellos. 

    Contra Calderón, la derrota fue orquestada con la ayuda del mismo tricolor, Elba Esther Gordillo y su legión de maestros.

    Roberto Madrazo fue un pésimo candidato peleado con las corrientes priistas. 

    La Maestra, además, hizo sus tratos con el panismo, le ayudó y Calderón fue obsequioso con ella. Así que esa es otra historia.

    El PRI acostumbra superar sus negativos con el voto duro.

    El voto duro y la alta abstención son la base para catapultar los triunfos priistas.

    Ahora bien, un candidato como Meade, puede agregarle más votos y apoyos. 

    Uno, desde la mera, mera, mera élite empresarial. Desde los señores del dinero que definen y deciden el rumbo de este país. 

    Y dos, puede jalar el voto de la clase media que no está de acuerdo con AMLO, porque "el Peje" también tiene sus negativos. 

    Hay una parcela muy extensa de voto antiAMLO que Meade puede captar, con eso de que no es priista afiliado.

    Así que, de entrada, la situación se ve como en 2006, cuando entonces el país quedó dividido en dos: el norte para el PAN, con Calderón, y el sur para la izquierda, con López Obrador. 

    Sólo que está vez, el PAN será mero testigo y sus electores se inclinarán por algún otro candidato.

     

    ¿Cuál cambio?

    La aceitada maquinaria del PRI ya intenta vender a su precandidato a la Presidencia, José Antonio Meade, y lo hace calificándolo como “El hombre del cambio”.

    La pregunta es ¿cuál cambio?, el ex Secretario de Hacienda ha sido elegido a la manera tradicional del PRI, con un “dedazo” claro y preciso del Presidente Enrique Peña Nieto.

    Su discurso, donde eleva la figura de Peña Nieto habla de quién es su “jefe” y para quien tiene su agradecimiento, del pueblo ni se acuerda.

    Promete que irá en contra de la corrupción, pero si eso fuera cierto tendría que comenzar con encarcelar al dueño del “dedo” que lo convertirá en candidato presidencial.

    Asegura que quiere convertir a México en una potencia mundial, pero de ahí en adelante el “cambio” se ve muy poco, sobre todo cuando asegura que quiere seguir adelante con las políticas actuales del País..., esas que nos tienen luchando por apenas sobrevivir. 

     

    Damnificada

    Una de las primeras damnificadas de la elección de José Antonio Meade en Sinaloa es la Diputada Elsy López, muy cercana al Secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, el mayor de los sacrificados en el ritual priista. 

    En Mazatlán ya veían a López en un cargo importante, si el ex Gobernador de Hidalgo hubiera sido el bueno.

     

    ¿Y el frente?

    El frente PAN, PRD y conexos llega tarde. 

    Después del desprestigio que Mario López Valdez, Gabino Cué y Rafael Moreno Valle dieron a estas alianzas les resta atractivo.

    Y segundo, seguro nacerá muerto, pues saldrán heridas en el proceso de elección de candidato.

    El principal problema de unir a estos partidos es que todos son igual de débiles, lo que provocará una lucha muy intensa por las escasas posiciones electorales.

    Y aunado a esto nos encontramos que todos quieren ser el candidato del frente.

    Así es que hay que prepararnos porque seguramente habrá “marejada” en estos partidos.

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