"Ayuntamiento de Mazatlán quiere convertir actual basurón en un nuevo pulmón de la ciudad"

Ante el rezago normativo de más de 16 años en el manejo de residuos en Mazatlán, el Ayuntamiento busca un terreno para construir un nuevo relleno sanitario y convertir el actual basurón en un “pulmón” verde para la ciudad.

Luis Antonio González Olague, director de Servicios Públicos, reveló que tan solo para finiquitar el uso del basurero municipal, que se encuentra en un terreno de cerca de 14 hectáreas junto al estero de Urías, se requieren cerca de 300 millones de pesos.

Esto es para poder dar cumplimiento a la Norma 083 de la Semarnat de 2003, que especifica cómo debe ser el manejo de los espacios para confinamiento de la basura. En este caso, indica que al ser abandonado el lugar debe quedar cubierto con terraplenes y áreas verdes.

“Estamos trabajando para adquirir un nuevo lugar para confinamiento; pero aparte al que está tenemos que darle el tratamiento que marca la ley, la NOM 083, con el fin de que este quede como pulmón verde al final de que lo utilicemos, porque ya está llegando a sus límites”, declaró el funcionario.

Según han denunciado ambientalistas locales, el actual basurero municipal es un tiradero a cielo abierto. Incumple todas las disposiciones de la normatividad, al no contar con un relleno sanitario y permitir la contaminación por gas metano, así como la filtración por lixiviados hacia los mantos freáticos, impactando en el sistema estuarino Urías-La Sirena.

Seleccionar la ubicación del predio para el relleno sanitario no es fácil, debido a que hay una serie de restricciones y características que debe reunir, como el no estar emplazado en un lugar donde pueda provocar polución a los mantos acuíferos.

“Estamos trabajando en ello para no cometer ninguna desviación de lo que marca la ley”, apuntó González Olague.

De acuerdo con la normatividad, un espacio para disposición final de los residuos debe ubicarse al menos a 500 metros de distancia de la traza urbana cuando se trata de localidades mayores a 2 mil 500 habitantes; entre otros ordenamientos, no debe ubicarse en zonas de marismas, manglares, esteros, pantanos, humedales, estuarios, planicies aluviales o zonas arqueológicas. Ni sobre cavernas, fracturas o fallas geológicas.

Por este motivo, no se espera concretar este proyecto sino hasta finales de 2020.

A la par, aseguró el funcionario, se trabaja en la elaboración del Plan Municipal de Gestión Integral de los Residuos, y se buscan empresas para el manejo de la separación de basura. Esto último con la finalidad de armonizar al gobierno municipal con la nueva Ley de Residuos del Estado de Sinaloa, aprobada en septiembre de 2018.

La alta generación de basura se ha convertido en un problema para la ciudad, ya que diariamente se producen 600 toneladas de desechos, y en días festivos hasta 900 toneladas, lo que ha provocado deficiencias en el servicio de recolección y múltiples quejas ciudadanas.