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"Mamás que emprenden"

"Beatriz Ivonne, la Directora"

"Beatriz Ivonne Bueno Araujo aprendió del negocio eléctrico, formó a sus hijos, aguantó la devaluación y se adaptó a los tiempos, a base de convicción, temple y disciplina"

Beatriz Ivonne y Eusebio vieron el anuncio de una marca que buscaba distribuidores para su producto, pues tenía la intención de expandirse.


El matrimonio Acosta Bueno decidió entonces postularse. Contaba con un espacio dentro de su casa que el padre de ella le prestaría.


Así fue como nació Integradora Eléctrica Universal hace 39 años.


En ese entonces la marca quería tener distribuidores, no cobraban, ahora son muy caras, cuestan alrededor de 300 mil pesos, en aquel entonces no, lo que querían ellos era expandir su marca”, cuenta Beatriz Ivonne Bueno Araujo, su directora general.


Cuando su hijo tenía meses de edad, su esposo Eusebio Acosta Rodríguez, un Ingeniero Civil que se la pasaba viajando cada 15 días, no podía atender de lleno el negocio, por tanto, ante la falta de una secretaria, Beatriz Ivonne atendía las llamadas al local.


Así fue como ella comenzó a estar al frente del negocio, en los tiempos en los que el celular no existía, por lo que su trabajo era contestar llamadas.


Mi papá, cuando estaba vivo, estaba aquí y le gustaba mucho jugar con mi hijo, yo sólo venía en la mañana, de nueve a una de la tarde”, dice.


Posteriormente llegaron su hija y su otro hijo, eran chicos y les dedicaba todo el tiempo posible, por la mañana se los llevaba al negocio y por la tarde dedicaba mucho tiempo en su formación.


Tardé más de 12 años en ir al cine, porque mi marido estaba en la calle trabajando, mientras yo estaba con ellos”, relata. “¿Que me van a reprochar? No, nunca, al contrario, me dicen que soy de la edad de la revolución”, aquí en la casa es como la Revolución, porque soy muy dura.


Soy una madre muy enérgica, muy disciplinada, mi esposo es más bueno, yo soy dura”.


Conforme los hijos fueron creciendo, los dejaba en la escuela, mientras atendía el negocio y ya por la tarde lo dedicaba a sus actividades, así que a ellos no les afectó nunca que ella estuviera al frente del negocio.



Los tiempos cambian

La Directora General de Integradora Eléctrica Universal recuerda que cuando comenzaron no había la competencia que actualmente hay, pues fueron de los primeros en comenzar en el estado con el equipo de control.

 

Cuenta que la zona en la que se ubica el negocio, en aquél entonces no era muy transitada, había un espacio muy amplio para que los clientes se estacionaran, sin embargo, los tiempos han cambiado y hoy se tiene que luchar contra varias dificultades. Una de ellas es competir con otras marcas y, otra, la dificultad para que sus clientes se detengan a comprar, pues no cuentan con espacio para estacionarse.

 

Conforme ha pasado el tiempo han tenido que valerse de diversos recursos para permanecer en el mercado, el principal, su tenacidad, un carácter fuerte y determinación.


Me queda claro que todo se puede arreglar, todo se puede hacer y, desde aquí, yo les digo a las mujeres que se tiene que tener ganas de empezar a hacer algo en el negocio, para lograrlo”, expresa.


En 1994, cuando fue la devaluación mexicana, su esposo vendió unas propiedades y quería que se vendiera todo lo que poseían, hasta su casa y el negocio, entre otras propiedades que tenían.


“’Vende todo’, me decía, porque en el banco te daban unos dinerales, de tener el dinero en el banco te daban mucho dinero en interés, me aferré y le dije, ‘no, no vendemos nada, vende lo que está a tu nombre’”, recuerda.


Ivonne se puso dura con su idea, pues su esposo hasta puso un anuncio en el periódico; llegaba constantemente gente preguntando, pero ella era la que estaba al frente y nada más les decía que ya se había vendido, por lo que se siente muy orgullosa ya que gracias a eso no se vendió.

 

En aquel tiempo hubo gente que se fue a la bancarrota por vender todo, porque se decía que el banco estaba dando mucho dinero, pero después se vio que fue un sueño nada más y todo se vino abajo.


No acepté que vendiera; cuando vio el balance no dijo nada, se quedó callado, muy serio, pero yo sí le dije: ´ya ves´, mucha gente se quedó en la bancarrota, eso sí fue duro”, recuerda.


Dice que sólo se necesita perseguir los sueños para salir adelante, con uno mismo y contra toda la gente si hay necesidad, pues no importa nada porque cada quien sabe muy bien qué es lo que es bueno.



Hacerla de hombre’

Orgullosa de su trabajo, relata que ese negocio es muy bonito, pues no es igual estar en la casa o trabajando en otros giros como lo son la venta de vestidos, comida, o comercios, que son más identificados con la mujer.


Dice que le gusta porque a lo largo de los años ha aprendido mucho, que el trato con sus clientes es diferente.


Recuerda que antes tenía contacto con puros hombres y no pasaba nada, además, si se le dificultaba algo le ayudaban las mismas personas que asistían a comprar, les hacía pasar a la bodega y ellos mismos buscaban lo que necesitaban.


Este trabajo ha sido una experiencia muy bonita, ahorita no hay trabajos para hombre o mujer, la misma necesidad te hace trabajar”, asienta.


Cuenta es muy satisfactorio ser una madre y empresaria, que son momentos que platica con sus hijos, les cuenta su historia, su experiencia, para que se den cuenta que no es fácil emprender un negocio y empezar de cero, sin tener el apoyo de nadie, sólo la fortaleza de un matrimonio, como ha sido su caso.


Bueno Araujo refiere que, durante todo este tiempo al frente de la empresa, ella ha tenido que hacer todo al mismo tiempo y a sus 61 años siente gran satisfacción de haber cumplido con los diferentes roles.


Trabajar, medir los tiempos, programarse, ya que considera es muy importante, planificar para estar pendiente de lo que se tiene que hacer al siguiente día.


La facilidad que tienen los hombres es que ellos no cuidan hijos, ellos se van y nada más se encargan de sus negocios, llegan a la casa a descansar, en cambio la mujer que trabaja, llega a su casa y tiene que seguir trabajando, limpiando, dar comida, cena y todo lo que se necesita en la casa”, describe.


Beatriz Ivonne dice que las mujeres deben tener los pies bien puestos en la tierra y aguantar “vara”. Considerar que habrá momentos en que pueden estar completamente sin apoyo, sin el esposo, como en su caso que hasta la tuvo que “hacer de hombre” porque su esposo duraba 15 días de viaje y 15 días en la ciudad.

 

Mi rol es de ser fuerte y sacar adelante los problemas que se vengan”.

 

 

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