"Comparten fórmula para crear una mejora socioambiental en Sinaloa"

Heriberto Giusti Angulo

CULIACÁN._ El crecimiento económico y la productividad no tienen por qué estar peleados con el medio ambiente, consideró la especialista en evaluación de políticas públicas en temas socioambientales, Annel Zepeda Torres.

Por su experiencia en trabajos de colaboración en la selva lacandona, en Chiapas, Zepeda Torres fue invitada por la Junta de Asistencia Privada de Sinaloa para que diera una charla titulada “Mejores prácticas de colaboración para el cuidado del medio ambiente”, acontecida en el Congreso del Estado.

Adriana Rojo Zazueta, presidenta de la JAP, mencionó que es la primera ocasión que organizan un evento de esta naturaleza, y que pudiera ser un “parteaguas” para las organizaciones civiles que se dedican a estos temas.

“Este es un evento inédito en la historia de la Junta de Asistencia Privada del Estado de Sinaloa. Nuestro primer evento en este ámbito, organizado con muchísimo ímpetu y muchísimo corazón, para la sociedad sinaloense y con especial interés para las instituciones de asistencia privada cuya labor es el desarrollo comunitario y la ecología”, expuso.

La especialista dijo que para generar cambios profundos en la economía y el medio ambiente es necesaria la adopción de esquemas económicos circulares, que beneficien a todos los actores involucrados.

“Tenemos a los ambientalistas de un lado, poniendo barreras restrictivas en áreas de reservas naturales que dicen 'No tocar'. Y tenemos, por otro lado, a los explotadores diciendo 'Producción, producción, producción'... Y parece que no pudiéramos estar de acuerdo ni llegar a puntos medios”, lamentó.

“Hablemos de economías sociales y solidarias, estas economías que surgen muchas veces de las economías familiares, de las economías del traspatio. También hablemos de las economías azules o sostenibles; hay un sueco, Gunter Pauli, que generó el concepto de 'Economía Azul', y aunque no le descubrió el “hilo negro” a absolutamente nada, propone emular los sistemas naturales para pasarlos a una práctica administrativa. ¿Qué plantea la 'Economía Azul'? Que sea una economía con cero residuos pues todo se aprovecha”, dijo.

“¿Cómo hacemos que las brechas se acorten y que podamos entonces sí hablar de verdaderas alianzas colaborativas? Saber qué te falta y saber qué me sobra, saber qué me falta y saber qué te sobra, y cómo podemos usar juntos eso para que generemos un progreso homogeneizado”, expresó.

Zepeda Torres criticó que a pesar de haber muchas personas buscando cambios socioambientales, se han tenido pocos resultados pues se tratan de esfuerzos por separado.

“Hay muchos esfuerzos por hacerlo, pero estamos haciendo una cosa mal: lo estamos haciendo por separado. En el momento en el que empecemos a jalar todos para el mismo lado, el impacto que podemos tener en el territorio se vuelve muchísimo mayor”, aseguró.

“Alguien comentaba hace rato que la experiencia sumada de la sociedad civil organizada puede equivaler a 150 años de experiencia. Imagínense si estos 150 años de experiencia se sientan a trabajar con los legisladores y tomadores de decisiones, o se sientan a trabajar con los productores, podríamos pegarle a compararnos con Suecia".

Tras sus años de experiencia en trabajo de campo, la especialista compartió una fórmula para lograr que haya sinergia entre todos los actores involucrados en la economía y el medio ambiente.

“Tenemos a la sociedad civil organizada que es el despliegue territorial: lo saben, lo conocen, lo viven, lo sufren; lo sufren con los campesinos, lo sufren con los agricultores; saben qué les duele, qué les falta. Tenemos a la academia que se desgasta años evaluando indicadores, que se quema los ojos leyendo y estudiando sobre el campo; que se prepara, que va a cursos, que va a talleres”, dijo.

“Si a estos de la academia les pedimos que le enseñen a la sociedad civil organizada, que está en el terreno, y ellos bajen todo este conocimiento a los productores... ya estaremos haciendo bastante, porque seguramente los productores van a tener más, con menos daño ambiental”, añadió.

“Si a todo esto lo podemos empatar con la política pública, vamos a tener una política pública sustentada, sólida y real... porque a veces nuestros planes de escritorio parece que están viviendo una realidad bien distinta"..

Mencionó además que se debiera incluir en este esquema a los empresarios que hacen productos, así como a los consumidores de éstos, por considerar que el híper consumo está detrás del cambio climático y los demás problemas ambientales.

“Y si incluimos a los empresarios, que son los que comercian todos estos productos, luego tal vez podamos generar un cambio de consciencia en el consumidor”, expuso.

“Este creo que es el punto toral de hacia dónde vamos como sociedad, cómo podemos contribuir a mitigar los efectos del cambio climático y cómo podemos hablar verdaderamente de una resiliencia socioecológica. Si nosotros, como consumidores, no tenemos consciencia de lo que consumimos, pues muy poco vamos a poder hacer por esas comunidades a las que tanto defendemos; si nosotros no sabemos de dónde viene nuestra comida, quién la hizo y cómo la hicieron, vamos a poder ayudar muy poco a la mitigación del impacto del cambio climático.

“Entonces, y sólo entonces, podremos hablar de que estos diálogos multiactores sí generan resultados y no se quedan únicamente en la demagogia de estar haciendo foros y reuniones, intercambios y conversatorios”, mencionó.