"Consejo Escolar gana concurso y remodelará primarias Eduardo Caldera y Mariano Carlón en Culiacán"

"Estas escuelas han tenido a una serie de cambios positivos en los últimos meses, pero gracias a la labor hecha por su Consejo Escolar, todavía espera una transformación mayor"
15/06/2019

Heriberto Giusti Angulo

CULIACÁN.- En la colonia Villa del Real, en Culiacán, un Comité Escolar está transformando la manera en que la comunidad y las escuelas trabajan juntos a favor de los niños.

En un evento organizado por la organización ProEduca, en el Congreso del Estado, se llevó a cabo el concurso ‘Activación de Consejos Escolares’, en el que se premió a las escuelas cuyos maestros, directivos y padres realizaron más y mejores acciones para transformar la escuela.

El tercer lugar se llevó 20 mil pesos en especie, que ProEduca otorgó, para alguna mejora dentro de la escuela. El segundo lugar se llevó 25 mil pesos en especie. Y el primer lugar se llevó la remodelación completa de la escuela.

De acuerdo con Oralia Salazar Terrazas y Leslie Gisela Sandoval García, integrantes del Consejo de la escuela ganadora del primer premio, este logro involucró una sinfín de actividades que le dieron nueva vida a la primaria.

“Lo primero que nosotros hicimos fue fusionarnos como un equipo, tanto el turno matutino que es la escuela Eduardo Caldera, como el turno vespertino que es la escuela Mariano Carlón. Con las directoras tuvimos la fortuna de que la directora de la mañana era maestra en la tarde, y la directora de la tarde también era maestra de la mañana. Entonces, trabajamos totalmente fusionados”, explicaron.

“Hicimos muchísimas actividades. Hicimos rifas, desayunos escolares… fueron bastantes desayunos escolares, donde nosotros poníamos el producto y, aunque generalmente no se saca todo lo que uno le invierte, lo hacíamos así para poder que tuviéramos un mayor rendimiento; en los desayunos nosotros tratamos de que fuera lo más nutritivo posible”, detallaron.

Explicaron también cuáles fueron sus métodos de financiamiento principales.

“Hubo mucha kermés. Ahí cada delegada decía, por ejemplo, ‘Bueno, mi grupo va a participar con ceviche de sierra’. Entonces, entre todas las mamás del grupo cooperábamos, hacíamos el ceviche de sierra, y se vendía. Y lo que se sacaba era neto para la escuela”, dijeron.

“Hicimos actividades para la techumbre: nosotros conseguimos a una persona que nos patrocinó una partecita de la techumbre, pero todo lo demás nosotros lo solventamos a partir de actividades de rifas. Cada delegada invitaba a todas las mamás de cada grupo para que participaran”, explicaron.

Dijeron que con el recurso recabado en cada actividad se hacían remodelaciones en la infraestructura de toda la escuela.

“Los salones tenían piso de cemento y le pusimos vitropiso a casi la mayoría de ellos. Se pintaron las butacas, las mesas. A los aires acondicionados se les dio mantenimiento y se compraron otros. Y las bancas que ellos usaban antes también se mandaron a arreglar, porque ya estaban deterioradas, ya estaban destruidas. Se lijaron y se soldaron”, mencionaron.

“Los baños fue algo bien importante, porque cuando nosotros llegamos nos dimos cuenta de que era un foco de infección, porque el drenaje estaba colapsado. Entonces tuvimos que cambiar no solamente la apariencia estética del baño, sino también toda la higiene de lo que viene siendo el drenaje. Los baños quedaron preciosos, pero todavía vamos por más”, expresaron.

 

Metas claras y diversidad socioeconómica

Las madres detallaron que hubo dos elementos que hicieron posible un gran trabajo en equipo: metas claras y diversidad socioeconómica.

“Nosotros íbamos sobre metas. Por ejemplo, ‘A ver, ¿cuál es la meta? … Bebederos … Okey, vamos a hacer una rifa … Ya lo cumplimos, ¿ahora cuál es la siguiente meta? … Vitropisos … Vamos sobre eso’”, explicaron.

“Había papás que no tenían la capacidad económica para aportar, papás que vienen de colonias muy aledañas a la institución; hay otros fraccionamientos cercanos en donde sí hay gente con mayor adquisición. Pero al final estábamos todos revueltos, y bien interesante porque se veía esa diversidad en estratos socioeconómicos”, relataron.

“Pero la participación siempre fue de todos. Los papás que no tenían dinero cooperaban pintando, limpiando, arreglando el jardín”, dijeron.

 

Siguientes pasos

Ellas enumeraron una serie de elementos de la primaria que todavía son mejorables, y que podrían ser sujetos a remodelación con el dinero que ganaron.

“La biblioteca está en obra negra. El director anterior no logró concluirla y se jubiló, y nos dijo que ya nosotros le siguiéramos con lo que viene”, mencionaron.

“No hay barda en todo el perímetro y eso muy importante, porque cuando haya conatos de violencia, como solo hay una malla ciclónica, pues no hay dónde resguardarse. O para que no haya gente extraña que los vaya a ver jugando”, expresaron.

“También falta en la entrada tener mayor techumbre, para que cuando los papás esperen a los niños no estén en el rayo del sol. Y también ponerles unas banquitas”, añadieron.

Ellas explicaron que la decisión exacta de qué se arregla, y cómo se arregla, dependerá de lo que decidan como grupo.

“Vamos a hablarlo como equipo todas las delegadas y las directoras, y vamos a tomar la decisión de hacia dónde se va a girar ese dinero. Ya obviamente eso se tomaría, como todas las cosas cosas que hemos hecho ahorita, en consenso con todos los del grupo. Veríamos qué es lo más apremiante, se pondera lo más importante, y sobre eso iremos”, dijeron.

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