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"NEGOCIO FAMILIAR"

"Desde 1992, Din-Dan's es la fonda para los trabajadores del Centro de Culiacán"

"Aunque cambió de dueño, mantiene el mismo propósito de ofrecer servicios de calidad"

En el primer cuadro de la ciudad, hay una fonda que se ha convertido en un lugar representativo, pues tiene muchos años ofreciendo comida casera a buen precio, es la fonda Din-Dan´s.

Comenzó como un negocio familiar. La señora que dirigía en 1992 es alguien a quien le encanta cocinar, pero por problemas familiares, años después tuvo que ceder el restaurante al actual propietario.

Daniel Guadalupe Soto Camacho cuenta que el negocio primero comenzó por la Calle Cristóbal Colón, luego se mudó a Ruperto Paliza, a unos cuantos locales de donde se ubica actualmente.

Al nuevo propietario siempre ha gustado de emplearse en el sector gastronómico, de ahí que, cuente con la experiencia de brindar calidad al cliente, en lo que tiene que ver con la comida.

Cuando se enteró que se traspasaba el negocio no lo dudó, pues considera es un buen lugar, ubicado en el primer cuadro, sector donde hay oficinas y más acceso a la gente, gran diferencia de estar en una colonia o un sitio más recóndito.

“Ya conocíamos el ramo y atender al cliente es lo que nos encanta, estamos en un sector con muy buena plusvalía”, señala.

Daniel reconoce que aunque se han modificado muchos alimentos y se han agregado otros tantos al menú, como ensaladas, baguettes y algunos tipos de quesadillas, no se pierde la esencia de comida casera, tradicional, sin dejar de lado la calidad, de lo cual va de la mano el precio.

“Vendemos algo más agradable para la gente que trabaja cerca. Algo casero como pueden ser caldos, milanesa, asado, gorditas, tostadas, tacos; algo que normalmente aquí no se vende, con el fin de que se pueda seguir consumiendo comida cotidiana, no como lo que se vende cerca, sushi o baguettes que caen pesados”, detalla.

Dice que siempre se busca satisfacer al cliente, vender algo que busquen, algo agradable, no ponerse al tú por tú con los demás negocios, sino ofrecer algo casero, sano, no tan pesado, comidas del día.

 

 

El lugar que parece otro Culiacán

Cuando se visita el Din-Dan´s pareciera que se entra a otro Culiacán, las paredes son color naranja, los manteles de plástico con estampados muy caseros, cómo los que las abuelas tenían en las mesas antes, de flores.

El piso es de cuadros negros y color gris, en el patio también hay mesas, se puede ver el cielo mientras de desayuna o se come, porque no tiene techo, se ve lo antiguo del lugar, en la arquitectura, los arcos que simulan lo que eran unos ventanales, algunas plantas que decoran el lugar lo hacen sentirse más casero aun.

A sus 34 años, el nuevo propietario reconoce la alegría que le da estar al frente de u negocio, que aunque es pequeño se ha posicionado en el paladar de la gente del sector centro, cuenta que hay personas que buscan a la dueña anterior, lo que para ellos significa que no se siente un cambio en el negocio.

“Me da mucha alegría porque a mí me gusta atender a los clientes y que todavía vengan y pregunten por la señora Nora, entonces, me satisface el tratar con la gente, es mi alegría más allá de lo económico”, advierte.

Soto Camacho dice que ir a Din-Dan´s es como ir a su casa, el servicio es cálido, no como un restaurante de cadena o franquicia, que se siente hogar, por lo que no le importa no vender tanto, sino que la gente se sienta “querida” y en confianza.

“Que el cliente venga y coma lo que él quiera, cómo si vinieras a mi casa, que todo esté ahí, tratar que el cliente no venga y se le diga: es el platillo y es lo que hay. Se busca siempre la empatía con el cliente”, explicó.

Destaca que la clave del éxito es tener esa conexión con los clientes, una cercanía que se mantiene con el día a día, con pláticas y ofertar los servicios que se tienen, como el servicio a domicilio, la opción de cambiar los platillos se se cuentan con los ingredientes, estar abiertos, siendo accesibles.

 

 

Proyección

El crecimiento en Din-Dan´s se busca en clientes, no tanto en sucursales, pues Daniel considera que lo importante es mantener la satisfacción en los consumidores que actualmente los visitan, no perder la calidad y crecer en planta laboral.

Buscan seguir siendo ese lugar cálido a donde se pueda ir a comer algo casero, algo tradicional, donde se tenga la confianza de modificar los platillos si quitar los platillos estrella.

“Es algo pesado que la gente te tenga confianza, porque eso es porque hay alguien al frente que respalda eso, que otras personas muchas veces no dan, porque representa una pérdida económica a veces”, señala.

La planta laboral actual es de seis personas, se busca duplicar y tener servicio de ordene y recoja pero en autoservicio, tener mejores condiciones laborales para los empleados como lo son la comisión por ventas.

Tiene la idea de formar un colectivo entre los locatarios vecinos, con el fin de apoyarse entre ellos y poder salir adelante con cosas que para uno solo serían complicadas, suministros, contables, e incluso ofrecer los servicios de los otros en sus establecimientos.

 

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