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"CONCIERTO"

"Desean con música un año de lleno alegría"

"La Orquesta Sinfónica Sinaloa de las Artes, que dirige Miguel Salmón del Real, comparte grandes obras de la música en compañía del Taller y Coro de la Ópera de Sinaloa"

Un año lleno de alegría y esperanza deseó la Orquesta Sinfónica Sinaloa de las Artes a los sinaloenses y lo expresó con un concierto conformado de grandes obras de la historia de la música.

Esta vez la OSSLA compartió escenario con el Taller y Coro de Ópera de Sinaloa, que dirige Alejandro Miyaki, y juntos hicieron al público experimentar emociones esperanzadoras.

El concierto de año nuevo es una tradición europea que comenzó el 1 de enero de 1941, con la Filarmónica de Viena, que dio la bienvenida al año con un repertorio de la familia Strauss.

Aquí, el maestro Salmón del Real eligió a Strauss Jr., Bernstein, Tchaikovsky, Stravinsky y Manuel de Falla y en la segunda parte arias de Lehar, Strauss Jr., Bernstein y Pérez Prado.

El concierto inició con la Obertura, de Candide, y Cool fugue, de West side Story, ambas de Bernstein.

Luego dos danzas: la Danza ritual del fuego, de El amor brujo, de Manuel de Falla y la Danza infernal, Berceuse y Final, de El pájaro de fuego, de Igor Stravinsky, con la que cerró la primera parte del concierto.

En la segunda parte la OSSLA, solistas y el coro compartieron con emoción la música, destacando arias de la opereta El murciélago, de Johann Strauss Jr.

Primero fue la Polonesa, de la ópera Eugene Onegin, de Tchaikovsky; y luego Mein herr Marquis, de El murciélago, interpretado por la soprano Arisbé de la Barrera y el Coro.

El programa lo alternaron los solistas y la OSSLA, que después interpretó la polca Pizzicato, de Strauss, con la sección de cuerdas.

Posteriormente las sopranos Rosa Dávila y Laura Leyva, la mezzosoprano Fernanda Santoyo, y el barítono José Manuel González y el Coro compartieron Im Feuerstrom der Reben, de Strauss Jr.

Y la Polka Bajo truenos y relámpagos, de Johann Strauss Jr., la acompañó el público con las palmas, para luego escuchar al tenor Iván Valdez interpretar Dein ist mein ganzes Herz, de El País de las sonrisas, de Franz Lehar, y el dueto que hicieron Rosa Dávila y José Manuel González con Lippen schweigen, de La Viuda alegre, de Lehar.

Después del Cha cha, de Bernstein, Rosa Dávila cantó Meine Lippen sie küssen so heiss, de Giuditta, de Lehar, acompañada por el Coro.

Dávila volvió a la escena y con Fernanda Santoyo, Ángel Galindo, Laura Leyva y José Manuel González y el Coro interpretaron Brüderlein und Schwesterlein, de Hermanitos y hermanitas, de El Murciélago.

El cierre fue jubiloso, el Mambo, de Bernstein, muy a la Pérez Prado, levantaron las emociones del público que seguía pidiendo más.

Y entre nutridos aplausos la concedieron, al interpretar Podría haber bailado toda la noche, de West side Story, de Bernstein.

UN POCO DE HISTORIA

El concierto de año nuevo es una tradición europea que comenzó 1 de enero de 1941, en el que la Filarmónica de Viena dio la bienvenida al año con un repertorio de la familia Strauss.

 

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