"EDITORIAL Clandestino. Mariguana, ilegal"

Editorial

Clandestino remite a lo oculto, a los escondido. A alguien que anda bajo las sombras para no ser descubierto.

Peligro, intimidación, amenaza, riesgo, vienen a la mente junto con la palabra clandestinidad.

Así ocurre con el comercio ilegal de drogas. Jóvenes, adultos, hombres, mujeres se internan en la clandestinidad para comprar sus dosis. Ponen en riesgo su salud, incluso su economía, pero también su integridad y hasta la propia vida, como ya ha ocurrido.

Se introducen en los pasillos ocultos del narcomenudeo, donde la ley del más fuerte se impone con la sangre de las armas, con la estrategia del miedo.

Al comprar droga a un puchador ya se está en desventaja. Él no está armado, pero es probable que sí lo esté gente a su alrededor. O también se está vulnerable si en ese momento a alguien se le ocurre cobrarle una deuda al vendedor de droga.

La seguridad de las personas que consumen drogas, es decir, los enfermos es una de las razones por lo que el uso lúdico de mariguana, por ejemplo, debe ser permitido.

Hijos, hermanos, padres, abuelos que sufren la adicción estarían más seguros si adquieren sus dosis en un entorno seguro, regulado por ley y en condiciones de salubridad.

Porque hasta ahora, los estamos dejando en manos de la clandestinidad y los peligros que entraña.

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