"Editorial: Lluvia y las lecciones no aprendidas"

La segunda lluvia atípica en un periodo de 5 años ocurrió ayer. Ambas ocurrieron casi el mismo día. Y las dos desnudan las deficiencias en prevención, planeación y urbanismo que no se corrigen.

El 19 de septiembre de 2013, Manuel inundó Culiacán y el centro norte de Sinaloa, dejando una estela de damnificados. Ayer, el 20 de septiembre, el remanente de la depresión tropical E19 volvió a llenar de agua las calles, casas y comunidades también de la zona centro norte.

Con Manuel llovió 412 milímetros de lluvia. Con E19, al mediodía, ya se calculaban 235 milímetros, equivalente al 57 por ciento de la precipitación de hace 5 años. Más lo que se acumuló el resto de la tarde.

¿Qué aprendimos con Manuel que haya sido útil en el presente? No mucho.

Los arroyos naturales siguen reclamando su cauce sin importarles las casas y calles construidas a su paso. Los ayuntamientos siguen autorizando proyectos sin las previsiones necesarias para evitar inundaciones.

Pero lo peor, es que, de nueva cuenta, las autoridades no reaccionaron a tiempo. A pesar de que la lluvia comenzó desde la medianoche y el mapa satelital del Servicio Meteorológico Nacional marcaba la intensa banda nubosa sobre Culiacán y el centro del estado, Protección Civil de Sinaloa se concentró solo en Ahome.

A las 7:30 de la mañana de ayer, las autoridades de la Secretaría de Educación Pública y Cultura aún tenían el pronóstico de la noche anterior, según el cual dejaría de llover en el transcurso de la mañana. Pero no fue así, al contrario, las precipitaciones arreciaron a partir de las 8:00 horas.

Si bien dicen que el clima no tiene palabra, lo cierto es que hay una experiencia y conocimiento acumulados, así como tecnología, para prevenir que las cosas empeoren.

Y si las cosas empeoraron ayer, fue por la impericia y falta de reacción del Sistema Estatal de Protección Civil.