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"Mazatlán"

"EDUCACIÓN EN LA FAMILIA: ¿Qué depende de nosotras mujeres?"

"Columna semanal"
EDUCACIÓN EN LA FAMILIA

Vamos a ver cuántas cosas encontramos que dependen en buena medida de nosotras, irán saliendo: Si ya eres madre no críes a tus hijas como princesas que se merecen todo, la vida se encargará de explicarle de fea manera que no es cierto, que lo que vale cuesta y se paga.

Mejor enséñale a valerse por sí misma que ayuda mucho a su autoestima y evitará que los hombres se aprovechen de ella porque no se va a dejar si se sabe valiosa, tampoco le enseñes que las mujeres están para “atender” a los hombres, la pregunta que surge es ¿quién atiende a las mujeres?

Enseña a hijos e hijas a servir, en el plan de ser útiles a los demás, que los hombres en la familia no se trata de que “ayuden”, sino de que la familia y el hogar de ella es responsabilidad de todos los miembros y todos deben tener asignadas tareas, además de ayudar a los que por alguna razón, en algún momento, se vea rebasado.

Enseña a tus hijos el respeto, no con sermones y regaños, de repente llamadas de atención para marcar altos, que no implica gritos, puede ser una simple mirada, entonces ¿cómo?

Vístete siempre bien aunque sea para lavar ropa, fregar trastes o barrer, ¿qué significa vestir bien? Si por la clase de trabajo es conveniente utilizar shorts que sean largos, no ajustados, y lo de arriba igual, sin enseñar de más por el escote y la panza, y tener en cuenta nuestra figura, lucir las llantas y lonjas no es elegante, ni de ayuda para vernos bien, ni siquiera se ve sexi, como hoy todas buscan y sí nos quita respeto con el que deberían vernos.

Que nadie se siente a comer hombres o mujeres, con la misma ropa con que lavo el patio, barro la calle, trapeo la casa o arreglo el coche, cada actividad y cada lugar a donde vamos tiene su propia manera de vestir, no voy al super con la ropa que usé para trapear, ni al templo, con la ropa de ir a la playa.

Y en ningún momento es apropiado y elegante vestir como si se estuviera empacada al vacío y demasiada piel expuesta, de hecho es todo lo contrario de elegante, es vulgar y nadie se ve bien así, eso no es sexi, es rebajarse a objeto y no respetarse una misma.

Cuando no nos respetamos no podemos pedir respeto. Cuando veo a una mujer así pienso que no la quieren en su familia, ya que no le dicen lo mal que se ve.

Que nadie se siente en la mesa si esta no está puesta de manera digna de las personas de la familia, no tiene nada que ver con que la mesa sea una caja volteada y los platos de toda clase, si tiene un mantel y está puesta con amor, para que fluya la conversación en un ambiente amable.

El respeto implica también la forma de hablar y dirigirnos a los demás, respetamos cuando prestamos atención a lo que nos están diciendo, sin tratar de interrumpirle para rezongarle, sin gritos, sin palabrotas.

Cada vez que usamos esa clase de modos perdemos dignidad y respeto, que luego cuesta recuperar y hay muchas mujeres que tienen un vocabulario demasiado florido, es una manera de no respetarnos a nosotras mismas ni a los demás.

Cuida no adelantar a tus hijas en el tiempo, todo llega en su momento, lo que vemos hoy día es a muchas mamás que probablemente fueron mamás anticipadamente y quieren hacer de sus hijas lo que ellas ya no pueden lograr, montándolas a reinados de esto y lo otro, gastando dineros que no tienen en vestidos de reinitas, de pajes de novias, en cumpleaños, vistiéndolas como si tuvieran 10 años más, con atuendos no propios de niñas y bikinis porque se ve muy linda, montándolas a que tengan novio.

Y claro, cuando la niña tiene 15, acostumbrada a que está bien estar buscando al chico que le gusta y no dejarlo ni a sol ni a sombra y vestirse con poquita ropa, termina con embarazo y la mamá cuidando nietos.

No me estoy inventando nada, eso está sucediendo y lo veo todos los días.

Lo que hay que enseñar es que se respeten ellas mismas, que sepan que son muy valiosas y por ese motivo nadie tiene derecho a tocarlas, que nuestros hijos hombres y mujeres vean en sus padres cómo debe tratarse a una mujer, con qué respeto y cuidado, si unas y otros ven a un padre que sabe tener detalles de atención: ceder el paso, abrir la puerta, cargar los bultos, hacer cariños, con palabras amables y buenos modos, las niñas sabrán qué clase de hombre deben buscar y los chicos cómo deben de tratar a una mujer.

Hay mucho mas, pero no cabe será luego.

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