"El hombre que pasó del fracaso a redescubrir el emprendimiento"

"Jesús Francisco Javier López Cira trae a Culiacán el Fuck Up Nigths"

Fracasar no se siente nada bien, es un tema que ataca al ego, un cuadrante físico, emocional y económico, no es algo bonito, pero la parte importante del fracaso, aparte de desmitificar, es entenderlo como el lugar en donde viene envuelta la semilla del éxito, advierte Jesús Francisco Javier López Cira.

Su llegada al mundo emprendedor fue muy circunstancial, venía de una serie de fracasos empresariales muy fuertes, después de eso tiene una segunda oportunidad en el mundo empresarial, sin embargo, había perdido credibilidad, en la búsqueda por recuperarla encontró el movimiento Fuck Up Nights.

“El fracaso es el motor maestro, cuando tú tienes éxito todo te vale, te crees el pocas pulgas, pero el fracaso te enseña mucho; humildad, hace que te encuentres, empiezas a valorar ciertas cosas, te conoces, y si tú sabes enfrentar el fracaso de una manera correcta, puedes salir fortalecido para que el siguiente proyecto sea un éxito”, explica.

López Cira tomó una decisión, como una forma de decirle a la gente de una manera catártica ‘sí se puede salir adelante después de un fracaso empresarial, porque esa es mi historia’, se trajo el movimiento Fuck Up Nights a Culiacán.

Cuenta que les costó mucho trabajo comenzar, pero actualmente es el Fuck Up más grande del mundo, se celebró en el Tecnológico de Monterrey, con la asistencia de más de mil 100 personas.

“Me llamó mucho la atención porque Fuck Up es una grosería, entro a leer el movimiento por morbo y dije ‘yo me quiero llevar esto a Culiacán’. Decido traer el movimiento a Culiacán, nos cuesta mucho trabajo lanzarlo".

Para el primer evento nueve empresarios nos cancelaron, incluso, el día del evento seguíamos contactando gente que nos decía que sí,, y a la media hora nos decían que siempre no, porque un evento en el que hay cerveza, en el que puedes hablar con confianza, nosotros no tenemos ningún problema de que alguien diga una mala palabra o alguna grosería, y aparte sea de noche y tenga música, causaba mucho escozor”, explica.

Dice que todo se ha venido como una bola de nieve, empezó primero con Fuck Up, después viene Sonar como asociación civil, después siguió con el tema de capacitación, generación de modelos de promoción del emprendimiento, consultoría, entre otros.

“Yo ya no veo algo de lo anterior separado, cuando tú hablas de promoción del emprendimiento, debes tener ciertas condiciones para que el emprendimiento se dé, no es una cuestión de capacidades, y formativa en el emprendedor como tal”, dice.

Cuenta que primero se trae a Fuck Up Nights como evento a Culiacán y ese es el pretexto por el cual surge Sonar Empresarial como sociedad civil de promoción al emprendimiento. Al darse cuenta de que había muchas iniciativas, muchos programas en materia de emprendimiento.

“Cuando hablamos de Sonar es como si fuera un radar, el sonar es el radar de los submarinos y lo que nosotros queríamos es convertirnos en ese organismo que le dijera al emprendedor para donde ir, que sirviera como guía".

"Por este mismo movimiento y estar tan metido en temas de emprendimiento y en la promoción, hace que me empiecen a llegar invitaciones para Kybernus, el Tec de Monterrey y lo que me da para andar en estos bretes está muy amarrado a esto, la promoción del emprendimiento, el tema de la innovación, la difusión, el desarrollo organizacional.”, explica.

Cuenta que en un principio fueron proyectos circunstanciales, en ese momento no había ese impulso, no había programas, no había promoción, si se quería emprender algo era buscar lo que gustaba y era ir viendo.

Comenzó con una serie de proyectos, circunstanciales todos, pero que en el día a día no eran parte de las fortalezas que él tenía, ni tampoco parte de sus gustos, sino que eran una cuestión de terquedad, de decir 'lo voy a lograr'.

“Decir son cinco, es porque voy a buscarlo hasta que encuentre uno en el que me sienta pleno, porque más que orgullo es un tema de consistencia, decir, 'cómo no voy a poder lograr algo que me guste' de generar algo para mí, tener cierta libertad”, recuerda.

López Cira dice que se cree que el andar en el emprendimiento es tener mucho tiempo libre, pero no, son 24 horas al día 7 días a la semana, si hay que trabajar los domingos, se trabajan los domingos, a veces es más complicado estar encabezando algo, que ser parte de algo.

Refiere que si eres parte de algo sabes cuáles son tus responsabilidades, tus días, tus vacaciones, tus horarios; las dos son parte de las opciones laborales para que una persona sea plena, que en su caso la plenitud era eso, el reto y el logro, que cada persona tiene sus diferentes motivaciones.

“Cuando eres emprendedor tu principal enemigo eres tú, de ahí es la gente que está a tu alrededor, familia y amigos, porque son los primeros que te dicen 'ya, déjate de cosas, lo que tienes que hacer es buscar un empleo'”, señala.

López Cira puntualiza que el emprendimiento no es para todos, pero un emprendedor sí puede venir de cualquier parte, es el primer paradigma que quiere romper a través de la organización de Sonar.

“El emprendimiento puede ser analizado desde dos perspectivas, una es la del Gobierno, con una visión transversal donde el emprendedor o emprendimiento tienen que ver con la parte empresarial; pero el tema de emprender, si te vas a la parte etimológica, es lograr algo que te cueste trabajo, entonces el emprendedor puede estar al interior de una empresa desarrollando proyectos nuevos, a estos se les llama intraprenur o Intraemprendedor”, refiere.

Dice que están también las personas que encabezan la solución a problemas sociales, se les conoce como emprendedores sociales; o bien, la persona que tiene su puesto pequeño, que se autoempleo, que puede ser emprendedor mariposa o emprendedor que se va a transformar una industria.

Explica que no necesariamente el tema del emprendimiento es la generación de una empresa como tal, que hay un estudio que Fuck Up hizo a nivel nacional que indica los principales problemas para los emprendedores son:

La falta de planeación financiera, para evitar llegar a un momento en que ya no se tengan recursos para continuar con el proyecto.

El desconocimiento del mercado general y del mercado en el que se pretende incursionar, para poder determinar de qué manera se venderá el producto.

El desconocimiento del producto, querer iniciar un proyecto porque está pasando por un momento de popularidad.

Dice que en el mundo del emprendimiento son más los buenos, pero deben trabajar y tomar acción.

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