"El priista que confesó a Jorge del Rincón que sí le robaron la Alcaldía de Culiacán en 1983"

“Jorge, no seas ingenuo, tú no ganaste”, le dijo un priista, ex Secretario General de Gobierno, a don Jorge del Rincón Bernal.

Aquel ex funcionario público se refería a los comicios por la Alcaldía de Culiacán de 1983, considerados un parteaguas, para el crecimiento de la Oposición panista en la capital del Estado.

“¿Cómo que no?”, le reviró el empresario y político, quien por décadas sostuvo la tesis de que el PRI le había “robado” la Presidencia Municipal.

“No fue así, tú ganaste, pero no 2 a 1, sino 3 por 1, pero sí tú lo dices me voy a negar”, acotó el priista.

Tras narrar este pasaje, Del Rincón Bernal revelaría el nombre de su interlocutor, quien le hizo la confesión.

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“Como ya han transcurrido 20 años, creo que puedo decir su nombre: fue el licenciado Juan Luis Torres Vega”.

Torres Vega ocupó diversos cargos de primer nivel en varias administraciones estatales, hasta el sexenio de Renato Vega Alvarado.

Esta anécdota quedó registrada en el libro “No sólo de PAN…”, editado en octubre de 2007 por la Fundación Rafael Preciado y la Editorial Miguel Ángel Porrúa, bajo auspicios del Partido Acción Nacional.

Del Rincón Bernal fue un panista de toda la vida.

Fraude icónico 

Los comicios locales de 1983 en Culiacán fueron considerados el “primer fraude” cometido por el PRI en contra del PAN.

Eran años en que las elecciones eran organizadas, en todas sus etapas, por el Gobierno estatal en turno, a través de una Comisión Local Electoral.

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Del Rincón Bernal siempre habló de este hecho como un capítulo de su vida, del cual “se sentía muy orgulloso”.

Y es que, hasta ese año, 1983, la hegemonía priista en Sinaloa y el país era apabullante, aplanadora. Una maquinaria aceitada, para nunca perder y conservar el poder.

Fue la primera campaña desde la oposición al sistema priista que anticipaba un nivel de competitividad, que estuvo a punto de arrancarle al PRI la Alcaldía en los comicios posteriores a 1983: los de 1986, 1989 y 1992, llevando como candidatos a Rafael Morgan Ríos y Mercedes Murillo Monge.

El político sinaloense con Luis H. Álvarez.

Hasta que en 1995 Sadol Osorio Salcido, recién fallecido, cosecharía el hasta ahora único triunfo panista en Culiacán.

Así evocaba Del Rincón Bernal aquella “hazaña” del 83.

“Fue una campaña intensa, completa y cualitativa, ya que no se descuidó detalle alguno en cuanto al uso de medios escritos y electrónicos, calcomanías, bardas, volanteo, ‘posteos’, visitas domiciliarias y a las empresas pequeñas, medianas y grandes, a instituciones públicas y privadas de los tres niveles: municipales, estatales y federales, el saludo en la calle y en los camiones”.

A este esquema se sumaban, narró, mítines a diario en colonias y sindicaturas, lo mismo en campos pesqueros que en la zona de los altos del municipio.

Hombre deportista, sano, organizado, para ese 1983 Del Rincón Bernal venía de realizar dos campañas para Diputado federal, las de 1958 y 1979.

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El 83 fue su “prueba de fuego” en “un estado tan priista, como lo era entonces Sinaloa”, pues desde su óptica, había “logrado voltear el sentido del voto en la forma tan dramática como se logró en dicho episodio electoral”.

Según sus cuentas, el resultado a su favor en votos sufragados fue casi del 3 por ciento sobre su competidor, Jorge Romero Zazueta, quien con el paso de los años se convertiría en presidente del Poder Judicial en la entidad.

Y es que la noche de la elección del 83, a su cuartel de campaña empezaban a llegar representantes del PAN con caras alegres, “porque en todas las secciones electorales habíamos ganado por un margen holgado”.

Los primeros 'mapaches' 

Fallecido el 19 de febrero a los 89 años, hay actores públicos que han revivido este pasaje histórico.

“Como no recordar hoy aquella histórica elección de 1983 en Culiacán de Jorge del Rincón (PAN) vs. Jorge Romero Z. (PRI) donde del Rincón le ganó a Romero y se la robaron con fraude electoral realizado por maestros de la sección 53 ! Historia Sinaloense...”, escribió Manuel Clouthier Carrillo en su cuenta de Twitter.

De hecho, en su libro “No sólo del PAN…”, Del Rincón Bernal relata la “operación fraudulenta” del sindicato magisterial.

Y cuenta que en la mayoría de las casillas urbanas los sufragios a su favor venían con una ventaja de dos a uno, sobre su competidor, Romero Zazueta, no así las casillas del llamado “voto verde”, que no venían tan holgadas.

Estos datos fueron suficientes para que su sobrino, Manuel Clouthier Del Rincón, “El Maquío”, previera un triunfo contundente a su favor.

“Ya la hiciste, Jorge”, le dijo Maquío.

Pero Del Rincón le respondió que “él no confiaba en los ´mapaches’, ni aun teniendo la constancia de mayoría en sus manos.

“A los pocos minutos”, relató Del Rincón Bernal, “los hechos me dieron la razón, pues un panista nos vino a avisar (al cuartel de campaña) que acababan de encontrar una enorme ‘cueva de mapaches’ que estaba ubicada en la sección LIII del SNTE en la calle Zaragoza”.

Fue de este incidente donde nacería la expresión “mapaches”, que acuñó Del Rincón Bernal, para endosárselas a los “priistas roba votos”, e incorporarla a partir de entonces “para el uso del lexicón de la política mexicana”.

Conocida la “cueva de mapaches” de los maestros del SNTE, don Jorge y “Maquío” se trasladaron al lugar.

Ahí descubrieron cómo llegaban camionetas abarrotadas con urnas, cuando éstas deberían llevarse al domicilio de la Comisión Local Electoral.

Al ser interpelado, el chofer de la camioneta emprendió la huida.

“Cuando quisimos que algún panista lo acompañara a llevar las urnas (que estaban bajando en las oficinas de la SNTE y que correspondían a la Comisión Local Electoral), el chofer arrancó su carro arrastrando a Lorenzo Gómez Leal, quien trataba de detenerlo, así como el ingeniero Clouthier hijo”, relató don Jorge.

Las urnas concluirían su destino en la citada Comisión Local Electoral.

Luchas y victorias 

Ese episodio de 1983 inauguró en Culiacán la historia de mítines multitudinarios, de panistas y ciudadanos en la calle, que se repetirían cada tres años y que impactarían incluso a nivel nacional.

La Catedral de Culiacán se convirtió en el centro de reunión elegido por los panistas para las protestas.

Fue esa la primera “elección fraudulenta” denunciada ante la Secretaría de Gobernación, que no cedió, aun con las evidencias de irregularidades.

“Me quedé con la enorme satisfacción de haberles ganado a la buena”, relató don Jorge.

Su lucha, pionera, rendiría frutos a los años siguientes, pues tras este incidente vendría el auge del panismo en Sinaloa.

Para 1984, de la mano de don Jorge, Manuel “Maquío” Clouthier ingresaría al PAN, para ser su candidato a la Gubernatura en 1986 y a la Presidencia de la República en 1988.

Un antes y un después en la historia del panismo.

En 1988 en que “Maquío” contendía por la Presidencia, su tío Jorge competía para Diputado federal por el Distrito de Culiacán, llevando como suplente a la luchadora social Mercedes Murillo y ganando en las urnas la primera elección de mayoría en la historia del PAN sinaloense.

El candidato del PRI derrotado fue Fortunato Álvarez Castro, quien había sido Gobernador interino en el periodo de Leopoldo Sánchez Celis.

Por ello el “robo de la presidencia municipal” a su tío Jorge fue determinante para que el “Maquío” se decidiera entrarle a la política y “abrirle un boquete al sistema”.

Después vendrían reformas electorales, en las que se logró arrancar al sistema priista la independencia y autonomía de los órganos electorales.

Lo que vino después… son otras historias.