"El rock se hace con buena música, las groserías salen sobrando, dice Javier Bátiz"

"La leyenda del rock mexicano entregó su buena música a los mazatlecos en el Parque Ciudades Hermanas"

MAZATLÁN._ Un ser humano cálido, cargado de muchos abrazos y sonrisas con las que quiere cobijar todo lo que lo rodea es Javier Bátiz, su carta de presentación es una sonrisa y decenas de bromas porque para él, el humor es indispensable en el escenario para seducir a la gente que se merece todo su respeto.

Javier Bátiz dice que el rock se hace con buena música, con mucho compromiso con la calidad, las groserías salen sobrando.

“Es importante tener sentido de humor cuando estás en un escenario, es necesario reír sanamente, las groserías no se valen y menos en el rock porque esta música es elemental, su esencia es lo más básico de la música hecha por el hombre, los tambores que imitan el latido de los corazones, de la vida, si se toma para divulgar el mal, la corrientes y la vulgaridad, estamos cometiendo un enorme error”, compartió.

“El foro debe ser para el artista como un templo, debe de ser algo sagrado porque es un espacio que te permite entrar al corazón y a las mentes de muchas personas, sobre todo la de los niños que son el futuro de México, aunque sea una frase trillada es verdad, y eso siempre debe estar presente en los rockeros”.

La última vez que Javier Bátiz estuvo en Mazatlán fue hace casi 20 años, en 1999.

“El rock me escogió a mí, porque era un niño de 13 años cuando empece a escuchar disco de rock hecho por gente de color, fue esa esencia de latido de corazón creado por la batería y la guitarra lo que me sedujo, me escogió para que lo difundiera de una manera sana y muy bonita”, mencionó.

“Se van a dar cuenta los que se queden al concierto que tocamos como ningún otro grupo de México, tenemos un sello muy especial, si la gente te está pagando por verte, lo que menos que debes hacer es faltarle al respeto”.

Opina sobre el reguetón

“Toda la música que se está vendiendo como el gran negocio, que le vende el alma al diablo, por ejemplo el reguetón, es solo una moda, que como tantas otras pasan sin dejar una huella importante porque no tiene qué ver con las cosas esenciales de las personas”, señaló

“La cumbia es importante porque canta el sentir de un pueblo, lo mismo que la música veracruzana, debemos tratar de que los niños aprendan cosas que los hagan desarrollarse crecer, a los niños les debes dar chanza de escoger la música que les guste pero no imponerles nada”.

Comentó que a los mexicanos lo que los jala son los tambores, en cambio a los franceses son los instrumentos de viento como la flauta, la que los seduce.

Su mistad con Jim Morrison

- ¿Qué fue lo que conectó a Jim Morrison con Javier Bátiz, para que fueran amigos y él lo buscara en la Ciudad de México para escucharlo?

“Jim Morrison se acercó a mí porque le gustaba cómo tocaba, fue una amistad muy corta y lo que me platicaba nunca me enteré muy bien, porque nunca le entendí bien lo que me quería decir, la música era lo que nos conectaba, nuestra relación fue a través de lo que tocaba, fue a verme cuando hice una temporada de tres años en la el que fue el mejor centro nocturno de México y de toda Latinoamérica, el Terraza Casino de la Ciudad de México, eso sucedió en 1969 cuando él dio cuatro conciertos en otro centro que se llamaba Forum, yo lo conocí a él en Los Ángeles”.

La música de Javier Bátiz es atemporal, la veneran los mayores de su generación, los maduros de la siguiente y ahora los milenians la están recuperando.

“Mi manera de tocar la guitarra no tiene tiempo le gusta a todos, a los maduros, a los jovencitos, la calidad es importante para que siempre esté vigente lo que haces”.

Reveló que empezó cantando canciones que interpretaban Cuco Sánchez, Pedro Infante, Alfredo Gil, Jorge Negrete y admiro desde que era niño a guitarristas como Antonio Bibriesca y Claudio Estrada, el rock fue apareciendo poco a poco, él lo busco después de tener su primer revelación a través de un disco

“El Terraza Casino era muy elegante, pero bien loco, iban muchas estrellas de cine y televisión, dure tres años en ese lugar yo tocaba a las 12 de la noche y desde la siete el lugar estaba lleno a reventar, ahí pude dar a conocer mucha de mi propuesta de rock”, recordó.

“Llegué a México en 1963, a la gente le gustó lo que hacía cuando tocaba en El Champaña a gogó, ganaba 1850 por noche y en el Terraza me pagaron 5 mil , en ese tiempo había mucha gente de clase media, alta, no había tanto gente pobre en México y la vida nocturna era muy intensa”.

 

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