"En Culiacán, decenas de feligreses acuden a tomar ceniza"

La misa está por comenzar, las campanadas de la Catedral Basílica de Nuestra Señora del Rosario invitan a los feligreses a entrar al recinto.

En el interior, las bancas ya lucen abarrotadas, hasta delante se encuentra un grupo de señoras de edad avanzada que se mueven con ayuda de bastones mientras buscan un espacio para sentarse.

En el templo se encuentran matrimonios, familias completas y hay quienes asisten individualmente.

El servicio comienza y la puerta principal del recinto aún recibe a católicos que se apresuran y con cautela se instalan en algún rincón.

El Padre Yasser Horacio López Rocha da la bienvenida e invita a los asistentes a que en silencio le soliciten a Dios lo que más necesiten.

Se hace pausa de un minuto mientras en el recinto reina el silencio y los creyentes, con los ojos cerrados, encomiendan sus solicitudes a la fe.

El Miércoles de Ceniza marca el inicio de la Cuaresma, el tiempo litúrgico que comprende el calendario cristiano destinado a la preparación espiritual para la Pascua, donde se conmemora la muerte y resurrección de Cristo.

De acuerdo a la religión católica, la imposición de ceniza se trata de reflexionar sobre quién eres y que eres capaz de ser mejor.

La ceniza que se impone este día se elabora a través de incinerar las palmas de la celebración del Domingo de Ramos.

Casi para finalizar la misa, el Padre Yasser le pide a los asistentes que deseen tomar ceniza formarse en el pasillo principal de la iglesia. Con ayuda de seminaristas atienden a los creyentes dibujando una cruz en sus frentes y diciendo ‘Recuerda que polvo eres y en polvo te convertirás’.

Los asistentes se despiden del recinto haciendo una reverencia y emitiendo rezos internos, mientras unen sus manos en señal de plegaria.