"Enfermera del IMSS Terranova, en Culiacán, es rociada con cloro tras salir de clínica"

"A pesar de la agresión, asegura que seguirá en el Seguro Social hasta el final"

Blanca Imelda regresa a casa después de una jornada en el área de urgencias del hospital del Seguro Social de Terranova, en Culiacán, el 31 de marzo. Cansada y a pie recorre, alrededor de las 06:30 horas, por el bulevar Las Torres.

No hay nadie afuera, cree que es por el tema de la cuarentena provocada por la pandemia por el virus Covid-19, que ya llegó a Sinaloa y ya arrebató la vida de cuatro personas.

Luego Blanca Imelda siente que alguien se acerca apresuradamente a ella, como alguien que corre.

Lo primero que piensa es en proteger su bolso, sus pertenencias y aún con temor gira para encarar lo que naturalmente siente como una amenaza.

La enfermera de 58 años, con experiencia de 19 años en el Seguro Social, es rociada con cloro por un desconocido, tal y como ha ocurrido en las últimas fechas en otras partes del país. Sólo por portar el uniforme y por la creencia de que todos los trabajadores de la salud están infectados y representan un peligro para el resto de los ciudadanos.

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“... me avienta la bolsa con agua y cloro, de pronto me la avienta a mi cabeza bañando mi rostro con el líquido, tenía olor a cloro, de repente mi vista se tornó borrosa y oscura, y entré en pánico... Ignoro si existen otros casos, yo siempre viajo en autobús, no cuento con automóvil propio”, narra Blanca Imelda Bueno Hernández, una jefa de familia de tres hijos.

“Era una sola persona, solo escuchaba pasos apresurados, alcancé a ver una silueta de un hombre de aspecto joven, pero del miedo mi vista me falló, empece a ver oscuro y borroso. No sé si fue el impacto de la bolsa o por mi hipertensión o por el líquido”.

Hasta el momento, el de ella es el único caso denunciado por la víctima en Sinaloa, y lo hizo por redes sociales, desde su cuenta de Facebook, porque asegura estar muy indignada y triste.

“Siento mucha indignación, rabia y coraje, pero los tiempos de dios son perfectos y él se encargará de mandarle lo merecido”, explica.

“Yo tengo laborando casi 19 años para el IMSS, pero me encuentro laborando en la jornada acumulada en el área de urgencias desde hace 8 años".

¿Alguna vez tuvo una experiencia parecida?

Ninguna agresión. Todo normalmente.

Blanca Imelda es una de las miles de mujeres en el país que se enfrentan al enemigo silencioso del coronavirus, debido al área en que trabaja.

Y lo hizo pese a que tenía la opción de ir a casa y reguardarse con sus hijos, ya que entra en el grupo de personas vulnerables al virus, por padecer hipertensión.

“Es mi vocación ser enfermera, yo siempre acudo sábados y domingos con la mejor actitud, nada ni nadie me derrumba; se podría decir que este tipo de agresión fue moralmente, mis ánimos se derrumban, pero con la ayuda de Dios sabré ponerme de pie”, señala.

“Ahora lloro de impotencia al no poder hacer nada en ese momento; mi edad me limita de muchas cosas, ya 58 años no pasan en balde”.

A Blanca Imelda se le cuestiona sobre cómo se siente al ser una trabajadora de la salud durante la pandemia por el Covid-19 y que en Sinaloa ya cobró víctimas mortales y el número de casos confirmados sube.

“Cuando nos avisaron que nos enfrentaríamos a esto de la pandemia, y que algunas de nosotras nos iríamos a cuarentena por enfermedades degenerativas, yo en este grupo por mi hipertensión, yo dije: me quedo hasta el final. No me dio miedo, sólo el temor de llevar el virus a mi familia”, recalca.

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