"Envían de Ciudad de México colchón a Virginia"

Desde la Ciudad de México un lector envió un colchón para Virginia Celestino Sánchez, mujer de 33 años de edad, de los cuales, más de 20 años ha estado en cama, sin poder sentarse, mucho menos pararse y caminar.

El viernes de la semana pasada Noroeste publicó este caso de la hija de jornaleros agrícolas originarios de Oaxaca que pasa su vida en un colchón con movimientos involuntarios de su cuerpo.

Padece una enfermedad que no la mantiene quieta en su cama, sus brazos se estiran su cuerpo se dobla a un nivel donde la cintura reciente el cansancio llegando al punto del dolor.

Esta es la historia de Virginia

Ese mismo día de la publicación, lectores de la Ciudad de México, Oaxaca, Durango, Monterrey y Guanajuato llamaron a Noroeste solicitando más información y anunciando ayudas para ella.

Antonio, lector originario de la Ciudad de México, a través de una empresa pidió un colchón y posteriormente envió a Noroeste el número de pedido.

El miércoles, seis días después de la publicación y el pedido, llegó el colchón que mejorará las condiciones para Virginia.

Además de Antonio, el sábado, un día después de la publicación, otra lectora de la Ciudad de México, de nombre Sandy, llamó a Noroeste pidiendo un número de cuenta en donde depositar.

Al darle el número de cuenta, en menos de una hora hizo una transferencia de 2 mil pesos.

El lunes pasado, un lector de Salamanca, Guanajuato, depositó 5 mil pesos más para Virginia. Ese mismo día el doctor Belem Ramos Valenzuela acudió a Villa Juárez a examinar a la mujer, para quien demandó la presencia de un neurólogo.

Este miércoles, una lectora de Culiacán envió mil pesos para pagar la consulta de un neurólogo.

El DIF gestionó con la Beneficencia Pública, que depende de la Secretaría de Salud, un colchón antiescaras con la finalidad de evitar infección en la piel de Virginia, también entregó un pequeño ventilador y artículos personales de limpieza.

Otros lectores de Culiacán también han llamado pidiendo información así como la dirección de Virginia que habla triqui y español a la perfección.

A pesar de la adversidad, habla, ríe y bromea.