"EVANGELIZACIÓN, EDUCACIÓN Y CULTURA; La Cuaresma: enfrentar la rebeldía contra Dios"

Padre Amador Campos Serrano

Las íntimas fibras del ser dotado de razón, los seres humanos son tocados con sutil cautela, pretendiendo dominar la voluntad de una manera subliminal, para despertar apetitos ocultos, hasta alcanzar un deseo que se volverá dominante, adormeciendo la voluntad; el fruto prohibido está ahí, con solo comerlo puede alguien equipararse al mismo Dios.

Esta fue la estrategia usada en la narración proveniente de la tradición oral oculta en el sencillo y en apariencia ingenuo diálogo del Génesis, donde la maligna presencia del demonio, en la apariencia de una serpiente, engaña la seducible naturaleza de la naciente humanidad, para desviarle de orden que rige el cosmos.

La alusión a un fruto prohibido hace mención al inicio del desvío en el orden establecido, introduciendo la esencia negativa del mal, estigma causante del caos en la dirección de lo creado.

El demonio, representado en la serpiente, excita las sensibles fibras de la mujer, la parte femenina complementaria, en la dualidad, de los seres vivientes y se lo comunica a la otra parte, la masculina, alterando el orden, al revelarse contra su mismo origen creador.

“Serán como dioses”, fueron las palabras del tentador, una propuesta en la cual se entrevé una nefasta vuelta hacia una egoísta centralización de toda la creación en el ser humano, despertando las pasiones ejemplificadas, alguna vez, en la helénica narración de la Caja de Pandora.

Esta era la misma tentación en la que había caído el demonio y de alguna manera las trata de incitar en la parte más alta de la creación, el ser humano, simbolizando la parte sensible de la rebeldía hacia el Creador. Adán y Eva cayeron en el engaño de la tentación.

La creciente espiral da inicio, el hombre agrede al hombre, en una búsqueda pasional de poder, de honores y de dominio, enfrentando al mismo Dios.

En la plenitud del tiempo, al mismo Mesías, pretende el demonio tentarlo para inducirlo a caer, reelaborando la antiquísima tentación, resumiendo la búsqueda de ofertas en una sola “Yo te daré todo el dominio si tú, arrodillado, me adoras”, la respuesta de Jesús es contundente, afirmando que la recta razón consiste en orientar todo hacia Dios: “Solo a Dios servirás”.

En el origen, después de la caída del primer hombre se dio el anuncio de un nuevo combate, en el cual la mujer volvería a ser la protagonista, ahora para deshacer la influencia de la seducción del maligno, ella aplastaría la cabeza del maligno. Es María, la mujer, quien nos dará a Jesús y con Él nos conducen a la vuelta a Dios.

Cuaresma, un tiempo señalado para retomar la vuelta a Dios, recobrando el orden original desde la supremacía del ser humano en su suprema dignidad de ser la imagen del mismo Dios.