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"Columna religiosa"

"Evangelización, Educación y Cultura: Los filisteos"

"Excavaciones realizadas en el Siglo 19 revelan a este pueblo, conocido entre los egipcios como los Pueblos del Mar"
26/06/2019

Padre Amador Campos Serrano

Eran los inicios del asentamiento del pueblo judío en las tierras de Canaán, salpicadas de legendarias historias, con enfrentamientos con pueblos ahí establecidos; historias muchas veces consideradas como míticas invenciones con el propósito de exaltar héroes surgidos de una creativa imaginación.

Los filisteos fueron un pueblo confrontado en bélicas escenas con los héroes judíos en sus inicios de su establecimiento como nación, en la llamada Tierra Prometida. Escenas legendarias son narradas y se desarrollan entre el pueblo elegido y ellos, establecidos al sureste de la tierra de Canaán.

Un velo negativo cubre a esta gente, revelándolos, a través de él, como enemigos del verdadero Dios, en algunos aspectos, como gente violenta y adoradores de abominables deidades del culto, establecido en la región del Fértil Creciente.

En la época de los jueces de Israel, antes del establecimiento de la monarquía, es presentado este pueblo con un dejo de rudeza y violencia, utilizándolo como un azote divino ante el mal comportamiento e infidelidad del pueblo elegido, para después, en la época del perdón, contemplar el surgimiento de caudillos elegidos para liberar al pueblo hebreo.

Eran los jueces líderes, surgidos antes del establecimiento de la monarquía, convirtiéndose en protagonistas liberadores. Entre ellos sobresale Sansón, una versión judía anterior al Hércules griego, quien enfrentó a los filisteos, con quienes tenía convivencia, describiendo una dramática historia de amor y de traición, culminando con la tragedia, al perecer con la infiel Dalila y los principales jefes filisteos cuando derribó al idolátrico templo del dios Dagón.

En el libro de Samuel, siendo juez el sumo sacerdote Elí, ante la mala conducta de sus hijos, Jofní y Pinjás, Dios castigó a los judíos, siendo derrotados por los filisteos, quienes en un acto insólito capturaron el Arca de la Alianza, símbolo de la presencia de Dios. Finalmente, el Arca es devuelta a los judíos a causa de las desgracias acaecidas a los filisteos, mientras la poseían.

En el incipiente tiempo de la monarquía está la historia de David, quien todavía con rasgos infantiles, enfrentó al feroz héroe filisteo, Goliat, y en desigual lucha, David se levanta victorioso, causando la devastación de los enemigos. Esta lucha singular se convertirá en un símbolo de quien vence, desde la inferioridad, los grandes retos que se presentan.

Excavaciones realizadas en el Siglo 19 nos revelan a este pueblo, conocido entre los egipcios como los Pueblos del Mar. Los filisteos parecen provenir de lugares ubicados en el Mar Egeo y su asentamiento en las tierras de Canaán se remonta a las Edad de Hierro, desarrollando una cultura sofisticada y con refinamiento, muy lejos del común concepto de un pueblo inculto.

Sin duda, la mención de los Filisteos nos lleva a tener una visión de la historia de la salvación, en la cual el Dios verdadero se muestra en la elección de un pueblo, presentando el paso de Dios entre los hombres.

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