"Evangelización, Educación y Cultura: Olduvai, la cuna del origen"

Padre Amador Campos Serrano

La incógnita del origen de la presencia del ser humano en este mundo, quien ha dejado una indeleble huella de su dominio sobre los demás seres que lo habitan, suscita cuestionamientos y abre nuevas interrogantes, dando origen a hipótesis, para convertirse en nuevas teorías, en busca de satisfacer la insaciable curiosidad de saber, sobre su origen, del mismo ser humano.

La Garganta de Olduvai, una depresión situada en la llanura del Serengueti africano, es considerada como uno de los sitios paleontológicos más importantes, hasta ahora, aportando restos fósiles de gran antigüedad.

Se cree que hace millones de años ahí existía un gran lago, actualmente desaparecido a causa de movimientos geológicos y erupciones volcánicas, el lugar ha sido cubierto con sus cenizas, dejando testimonios en diferentes capas, las cuales han permitido hacer diferentes dataciones del tiempo.

En 1924, el científico australiano Raymond Dart se dirigió al Continente Africano en busca de pruebas para avalar la entonces ya presente y controversial teoría de la evolución, presentada por Charles Darwin y con una visión contraria al del común pensar de los científicos de la época; inició su búsqueda en el sur del Continente Africano descubriendo un fósil, al cual denominó Australopithecus africanus.

En 1911, el entomólogo Wilhelm Kattwinkel había descubierto, en Olduvai, restos fósiles y Hans Reck, más tarde, encontró, también ahí, esqueletos humanos fosilizados.

En la década de los años 30, la familia inglesa de los Leakey, dirigida por Louis y su esposa, Mary, llegó a Olduvai, donde realizaron importantes trabajos de paleontología, encontrando vestigios fosilizados, mostrando ya manifestaciones prehumanas, atestiguadas por el uso de herramientas y una incipiente organización, paso importante de una conducta social.

Estos estudios e investigaciones, realizadas y encontradas en Olduvai, hasta nuestros días, son sin duda una visión del caminar de los ancestros del ser humano, en un recorrido milenario en este mundo, hasta llegar a ser el humano de nuestros días.

Sin duda, la obra de Dios, el Creador de cuanto existe, llega a su culminación en el único ser dotado de raciocinio en este mundo material, aunque para ello hayan tenido que pasar milenios, e incluso, millones de años, pues para él, mil años son como un día.