"Fallece el padre Antonio Agredano García, un servidor de Dios y forjador de sacerdotes"

CULIACÁN._ Hoy falleció a los 94 años Antonio Agredano García, sacerdote que ofreció más de 71 años a Dios.

El párroco nació en Jalisco, pero a temprana edad llegó a Sinaloa donde se ordenó como sacerdote, e inició su camino compartiendo la palabra de Dios.

Rodolfo Diaz Fonseca, amigo personal del padre Antonio, comparte que casi cumplió 72 años como sacerdote.

"Se vino al seminario en los -años- 40, en 1939, cuando era obispo aquí Agustín Aguirre Ramos, y se ordenó el 27 de marzo de 1948, aquí en Culiacán, con el Obispo Lino Aguirre García...", relata Díaz Fonseca.

El padre Toño, agregó, tenía 94 años, iba a cumplir 95 y tenía 71 de ordenado, iba a cumplir 72.

"Estuvo más de 50 años en la Parroquia de San Rafael, aquí en Culiacán, en Tierra Blanca, últimamente ya como sacerdote emérito estuvo en Catedral y estaba en la Casa Residencial Otoño, ahí estuvo los últimos años de su vida", añadió.

Dentro del clérigo se le recuerda como alguien que formó generaciones de sacerdotes, también era amante de jugar dominó y volibol.

"Tenía una memoria prodigiosa, él sabía de memoria fechas, datos, todo, fue maestro de seminarios de muchas generaciones de sacerdotes, nada más de unos 15 o diez años para acá dejó de dar clases, pero prácticamente la mayoría de los sacerdotes fueron alumnos de él, nada más los últimos no. Formó muchas generaciones de sacerdotes", recordó.

Recuerdan con misa al Antonio Agredano

Hoy a las 16:00 horas se llevó acabo una misa de cuerpo presente en honor al sacerdote Antonio Agredano García, la cual fue oficiada por Jonás Guerrero Corona, Obispo de Culiacán.

A la misa acudieron familiares del clérigo que estuvo al servicio de Dios por más de 70 años, también estuvieron presentes decenas de sacerdotes para despedir al padre que falleciera a los 94 años de edad.

Jonás Guerrero Corona recordó Antonio como un sacerdote entregado, alguien que desde su trinchera apoyó para desarrollar nuevos Siervos de dios, fue una insignia para la iglesia.

"Con un grato recuerdo de su amor a la diócesis, a su entrega pastoral un genuino misionero que abrió a muchas comunidades a la fe, inició muchas capillas, catequesis, y muchos servicios sacerdotales siempre disponible y como maestro del seminario fue insignia", mencionó.

El Obispo calificó a Antonio Agredano como un hombre sencillo, brillante y elocuente; amante de la Filosofía y Teología. Rosa Isela Nieto, creyente que acudió toda su vida a la Parroquia de San Rafael, donde Antonio ofició misas por más de 50 años, compartió que el sacerdote es parte de los momentos espirituales más importantes de su vida.

"Nosotros somos de la comunidad, de toda la vida lo conocimos, yo tengo 55 años y tenía al padre ahí desde que tenía uso de razón...él fue el padre que me bautizó, el que me dio la Comunión, el que les dio las comuniones a mis hijos, cuando hemos tenido fallecimientos de familiares él ha estado presente también".