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"FESTIVAL CULTURAL MAZATLÁN"

"Frida Kahlo, una amiga presente"

"Así siente la escritora Martha Zamora a quien ha sido eje de sus libros, como el que presentó en Mazatlán"
29/10/2016

Melissa Sánchez

La historia de Frida Kahlo contada a través de las anécdotas de quienes estuvieron a su lado, de quienes tuvieron la oportunidad de conocerla, se narra en las páginas del libro "En busca de Frida", de Martha Zamora.

La escritora, quien en 1987 publicó "Frida: El pincel de la angustia", un registro biográfico y fotográfico de la obra de una de las pintoras más trascendentes de México, presentó en Mazatlán su nuevo libro, en el marco del Festival Cultural Mazatlán 2016.

"En busca de Frida" cuenta con una serie de entrevistas a 22 personajes importantes en la vida de la también esposa del muralista Diego Rivera, como algunos de sus amantes, amigos, compañeros de escuela e incluso familiares, quienes la vieron crecer como artista y persona.

Entre ellos destaca el testimonio de Juana Luisa y Teresa Proenza, el escultor Isamu Noguchi, su ex novio Alejandro Gómez Arias y Aurora Reyes, a quienes recurrió hace casi 30 años para documentar su primer libro sobre Frida Kahlo, tanto en el sentido biográfico como para la localización de sus pinturas.

"Cuando me di cuenta que la totalidad de estas grandes personalidades ya habían muerto, solo quedo yo viva de aquella época, pensé que era bueno dejar este testimonio que te puede ilustrar muy bien sobre la vida de la capital de México en la primera mitad del siglo pasado", destaca Martha Zamora.

"Es una visión más original de lo que fue Frida, (el lector) va a encontrar personas que convivieron con ella cuando estaba en la primaria y que te describen cómo era ella cuando era niña y vivía solo en Coyoacán, y su familia era una muy conservadora, iba a la iglesia continuamente; y luego te encuentras compañeros de ella cuando llega a la preparatoria, se separa de la iglesia, se convierte en una militante comunista y empieza a despertar a la vida política y a la vida sexual".

En Mazatlán, la también autora de "Maximiliano y Carlota: memoria presente" sostuvo una plática con personas interesadas en conocer más sobre la vida de la pintora, quienes le cuestionaron sobre sus relaciones y la trascendencia de su obra en la cultura internacional.

"Es el libro más personal que he hecho, es decir, en todos los libros anteriores hay un tema, Frida Kahlo; un pintor cubano, o Maximiliano, Carlota, son personajes ajenos a mí y mi persona no aparece ahí; en este libro sí aparezco, aparece el efecto que me han hecho estos personajes que yo entrevistaba y el efecto que me ha hecho Frida Kahlo en mi vida, desde luego", comenta.

 

Frida, una obsesión

Para Martha Zamora, quien desde hace décadas estudia de cerca a Frida Kahlo, escribir sobre la pintora se ha convertido en algo que le apasiona, que la mueve a seguir.

"Se vuelve obsesión, pero también se vuelve algo muy agradable, porque me preguntan con frecuencia: ¿qué es Frida Kahlo para mí ahorita? Pues es como una amiga muy querida y muy cómoda, porque es una amiga que va conmigo siempre", asegura.

"Puedo ir por la calle y ver una casa y decir 'Esos colores le gustaban a Frida'".

Sus conocimientos sobre la artista la han llevado a participar en proyectos como las películas "Frida, naturaleza viva" (1983), de Paul Leduc; y "Frida" (2002), protagonizada por la actriz mexicana Salma Hayek; sin embargo, aún recuerda cómo fue aquella única vez en que vio a la pintora, un hecho que la marcó para siempre.

"En el kindergarden nos llevaron a ver a Diego Rivera trabajar el mural 'Sueños de una tarde dominical en la Alameda Central, que estaba pintándolo en el restaurante del Hotel del Prado en México; íbamos todas las niñas, de 5 años más o menos, y Frida Kahlo iba saliendo las escaleras porque fue el único día que fue a visitar el mural en proceso, precisamente el día que yo fui", relata.

Años más tarde, esa misma mujer que vio aquella tarde sería el motivo de su estudio, a quien describe como original y transgresora, una artista que abrió las puertas a muchas otras y que pudo salir airosa de las sombras de su marido, el muralista Diego Rivera.

"Qué inteligencia la de Diego Rivera de haberle dado su espacio como pintora, de haberla empujado y analizado y proyectado, eso es algo muy poco común. Si tú ves a los otros grandes muralistas, tuvieron todos ellos esposas no pintoras, pero eclipsadas totalmente en un segundo plano", señala.

"Frida Kahlo, por oposición, pinta formatos pequeños, los pinta en un pueblito en las afueras de México, que era Coyoacán en aquel entonces, y pinta su propia realidad, que era una señora muy sufriente, según sus autorretratos y,¿a quién le importaba? Y permaneció en esa línea, nunca cambió para adecuarse al momento artístico o histórico de México".

Martha Zamora sostuvo que Frida Kahlo nunca estuvo de "moda", se fue por el camino más difícil, sin embargo hoy no se puede negar que es un ícono que trasciende fronteras por su propia originalidad.

 

UN PROYECTO CON DIEGO

Martha Tamayo se encuentra trabajando en un nuevo libro, donde piensa plasmar un estudio profundo de las relaciones amorosas del pintor Diego Rivera, pero desde el punto de vista psiquiátrico, psicológico, de las mujeres que se aproximaron a él, incluyendo a Frida Kahlo.

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