|
""

"Gilberto Polanco lucha día a día para sacar adelante a su hijos"

"El ser papá soltero no ha sido fácil para el escuinapense, quien ha tenido que hacer equipo con sus hijo, maestros y jefes para poder salir adelante"

ESCUINAPA._ Después de un cúmulo de historias y hechos Gilberto Polanco Reséndez se convirtió en papá soltero.

Empezó a construir de nuevo su historia, trece años después de pensar que esta sería constituida por una familia tradicional.

De ser sólo el proveedor, desde hace unos meses tuvo que hacer equipo, no sólo con sus hijos, sino con sus jefes en una industria y con las maestras de sus hijos.

“Ser padre es algo que llena de ilusión, es maravilloso, es maravilloso también hoy estar sólo con mis hijos, estamos reconstruyéndonos, mejorando juntos nuestra autoestima”, explica.

Fue papá por primera vez hace 18 años, Lizbeth fue su primera ilusión, era joven por lo que el matrimonio no resultó, pero mantiene ese lazo de amor firme con su hija.

Después llegó otro matrimonio, asumió la paternidad de Santiago quien tiene una condición especial y al que adoptó con amor.

Llegó Kevin Dionisio de 12 años, Romina de 7 años y Gilberto quien cumplirá 6 años, indica.

Kevin estudia la secundaria en Culiacán, allá se quedó con una tía, después de una separación con la mamá de sus hijos, por su Santiago no pudo quedarse a su cargo al no tener sus apellidos y está con su mamá.

Entonces Romina y Gilberto quedaron a su cargo por completo, haciendo de su día a día un maratón.

“Tengo que despertar temprano para cambiarlos, hacer desayuno y llevarlos a la escuela, mis jefes me han dado un horario especial y las maestras del kínder Alma, y de la primaria Rosanery, me ayudan con esperar a que llegue por los niños”, comenta.

En la empresa le permiten entrar a las 8, salir a las 12:30 para recogerlos y poder comer junto a ellos, para después dejarlos con su abuelita en lo que sale de trabajar.

“No tengo hora de salida, pero al salir hay que hacer tareas, lavar y limpiar, ellos me ayudan, entre los tres hacemos las cosas a veces”, explica.

Estar solos no ha sido un proceso fácil pero sí de mucho aprendizaje, indica, las sonrisas y seguridad de sus hijos ha valido la pena, estar tranquilos y sin zozobra.

Van al cine, playa o a las nieves, dueños de su espacio, sólo necesitan de su bicicleta para salir a recorrer la ciudad, en ese vehículo sienten la libertad y la felicidad mientras se trasladan a diversos lugares.

Ser papá soltero ha requerido apoyo y lo agradece por completo, indica, de sus jefes, de los maestros, de quienes conocen su historia.

“Soy feliz de ver nuevamente bien a mis niños, de saberlos tranquilos, estamos aprendiendo mucho”, señala.

Mientras Gilberto relata estos meses juntos, Romina y Gilberto afirman esa felicidad, son una familia donde también Robin su gato, es feliz.

 

Periodismo ético, profesional y útil para ti.

Suscríbete y ayudanos a seguir
formando ciudadanos.


Suscríbete
Regístrate para leer nuestro artículo
Esto nos ayuda a identificarte mejor al poder ofrecerte información y servicios justo a tus necesidades al recibir ayuda de nuestros anunciantes.


¡Regístrate gratis!