"Huye 'Pepita' del bisturí"

En una campaña de esterilización de perros y gatos todo puede pasar. Desde un gato que huye y se mete debajo de un carro acomodándose en el motor cuando lo anestesiarán, hasta de otro que arranca perdiéndose en las calles.

Ayer, "Pepita", una gata de la calle, dio el susto al soltarse de los brazos de su protectora cuando la inyectarían. Intuyó "peligro" y quiso huir.

Denisse, su protectora, y Brenda, voluntaria de la campaña de esterilización que implementa el Ayuntamiento de Culiacán, no la dejaron ir. Corrieron detrás de ella.

"Pepita" se metió debajo de un carro rojo y se subió al motor. Como sola no bajaría, a Brenda no le quedó de otra: rescatarla y regresarla al bisturí.

No importándole ensuciar su ropa, la voluntaria se metió debajo del carro y a como pudo bajó a "Pepita", la entregó a Denisse y entró a la unidad móvil de esterilización.

A partir de esa fuga, la protectora, la voluntaria y los veterinarios cambiaron el nombre a "Pepita", para llamarla "La Fugitiva".

Es una gata de la calle. Fue rescatada por unos niños hace como año y medio, quienes en lo automático la bautizaron como "Pepito", pensando era macho.

Cuando se dan cuenta que no era macho, los menores no batallaron, y el nombre lo convirtieron en femenino, para ser "Pepita", que por unas horas fue "La Fugitiva".

Previo a la anestesia, Denisse, su protectora, mencionó que "Pepita" es de todos, y de nadie. Vive en la calle, donde los vecinos se encargan de darle comida. Es una "callejerita", comenta.

Cuando se entera de la campaña de esterilización, la cual empezaría en la colonia Infonavit Solidaridad, no dudo y buscó un turno. Sus vecinos la respaldaron.

Ha parido varias veces, sin embargo, muchos de sus gatos han muerto.

Después de sacar a "Pepita" del motor de un carro, entra a la unidad móvil.

Denisse, su protectora, está con ella. El veterinario se acerca y la inyecta.

Cuando la gata siente el piquete en su pata, busca los ojos de su protectora, quien la abrazaba.

"Mira, se me queda viendo", manifiesta al veterinario quien está atento a cualquier reacción que pueda manifestar el animal y de ser así, actuar en lo inmediato.

Segundos después intenta vomitar. El veterinario la toma y la inclina con el hocico hacia abajo. Menciona es reacción a la anestesia. Después la regresa a Denisse.

Nunca quitándole la vista a su protectora, "Pepita" empieza a perder el conocimiento.

"Aquí estoy, ya mamacita, aquí estoy, todo va a estar bien, mira cómo me ve", continúa Denisse mientras sigue deteniendo en sus brazos a la gata, como si fuera un bebé.

Cuando causa efecto la anestesia, se da el siguiente paso: la acuestan y empiezan a rasurarle el vientre y otro pedazo en una pata para ante una emergencia suministrarle líquidos por ahí.

El tercer paso fue ingresar a quirófano donde es intervenida por el veterinario Jonathan, quien cuidadosamente la acomoda en la plancha, le hace la incisión en el abdomen y empieza con su trabajo.

En menos de 20 minutos, "Pepita" quedó lista. Se entregó a su protectora quien la acomodó en el piso sobre una cobija donde fue observada por otro veterinario.

Transcurrido el tiempo en observación, Denisse con la gata en brazos, regresa triunfal a su casa, donde le dará refugio mientras se recupera de la cirugía.

Después el animal regresará a la calle, a su rutina, a la libertad, gracias a la campaña gratuita de esterilización que el municipio implementa en coordinación con asociaciones de protectores de animales.