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"Impecable trabajo de Pájaro Mosca llega a Mazatlán"

"Presenta la obra Cocuyo, en el Teatro Ángela Peralta"

MAZATLÁN._ Más allá del poético y conceptual discurso que Pájaro mosca plantea con su obra Cocuyo, su estructura coreográfica es impecable, la sincronía de los dos cuerpos que en el escenario se mueven con simetría, orgánicamente como si fuera un ente que se desdoble en dos en el escenario con el vértigo del movimiento perpetuo.

Cocuyo encuentra su atractivo en lo estético y redondea su propuesta con el concepto que plantean sus integrantes Noemí Sánchez y Elisa Medina que se instalan en el escenario vestidas con un holgado traje de dos piezas color hueso, que le otorga pulcritud visual a la propuesta.

La obra no narra, es abstracta en la concepción de los movimientos que la definen, sus integrantes dicen que Cocuyo es un dueto que habla de las batallas perdidas que hacen sublimes los esfuerzos, está realizada a partir del concepto de la muerte.

“Cuando un persona muere recorre sus pasos dados en vida antes de desprenderse completamente de la materia, recorre todas sus huellas antes de irse definitivamente”.

El programa de cinco coreografías del que Cocuyo es parte se llamó Componiendo el plural, se refiere a la diversidad de conceptos y estilos que cinco coreógrafos exponen en el foro.

Construyendo algo que se borra se desarrolla a partir de la improvisación en el escenario, el creador se atiene al virtuosismo que su cuerpo puede desarrollar en el foro, es una obra que se sustenta en la belleza de los movimientos y del cuerpo.

“La compleja estética y parsimoniosa danza buto estuvo presente con el bailarín y coreógrafo Ratzo Cabrera de Tijuana, que trajo a Mazatlán su obra Lenguas de lluvia, es una propuesta muy íntima y visceral, conectada con la emoción del intérprete pero que además consiguió una estética atractiva.

El dominio de cada parte de su cuerpo de Ratzo Cabrera fue uno de los elementos que generaron asombro entre los espectadores y su capacidad de conectarlo con las emociones.

Yutzil Pablo, de Guatemala, trajo su obra Silencios cotidianos que habla de un tema muy actual para Guatemala y México, la violencia contra la mujer, esto le aportó al programa de danza un discurso político.

La creadora vistió de una estética femenina esta propuesta ,cualidad evidenciada en la sutileza de los movimientos, en la ondulación orgánica del cuerpo, también se presentó la pieza Petición.

 

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