"Inexistentes, datos de proveedora del Colchongate"

"Información proporcionada por el empresario Baltazar Castro Blanco sobre el supuesto vendedor de colchones a la Sedesol es ficticia"

Los datos que otorgó el empresario Baltazar Castro Blanco, padre de Carlos Castro Olivas, ahora ex coordinador administrativo de Secretaría de Desarrollo Social en el estado de Sinaloa, señalado por la adquisición de colchones disfrazados que fueron distribuidos a damnificados por las lluvias del 20 de septiembre, no concuerdan.

La semana pasada, Castro Blanco, padre de Carlos Castro Olivas, responsabilizó al proveedor de Guadalajara, que identificó como Isabel Reyes Villanueva, por una supuesta venta fraudulenta. Incluso, el día que fue detenido, el empresario aseguró que su hijo se encontraba en la capital tapatía presentando una denuncia precisamente contra la empresa que le entregó los colchones defectuosos.

Sin embargo, el número del supuesto domicilio del vendedor (Hacienda La Calera 2845, colonia Bethel, Guadalajara) no existe, según se pudo constatar durante un recorrido por la zona ubicada en la periferia, al norte de la Ciudad, que es habitada en su mayoría por la comunidad de La Luz del Mundo.

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Lo que sí es real es que varias cuadras después del número señalado, sobre esa misma calle Hacienda La Calera, pero en el número 3849-A, se localiza un negocio que atiende Isabel Rayas Villanueva (el nombre que dio Castro Blanco fue Isabel Reyes Villanueva), una mujer que ofrece fundas para cubrir los colchones que van de los 95 a los 340 pesos. “Nunca oigo noticias; no tengo ni tele”, asegura cuando se le cuestiona sobre una supuesta venta a gente de Sinaloa.

Isabel, quien es empleada del pequeño local que tiene 20 años como comercio, asegura que recientemente se acercaron al negocio para pedirle que les enseñara las fundas. “Sólo tomó fotos, le extendí las fundas para que vieran los colores que tenía, pero sólo vino una vez”. Pero de compras, nada, señaló sin querer profundizar sobre la gente que llega a comprarle. “En toda la colonia hay muchas partes que mueven todo ese mercado”.

Y es que la colonia Bethel destaca por el movimiento de camionetas cargadas de colchones usados que van recolectando por las calles y que después son reutilizados.

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-¿Vino gente de Sinaloa a comprarle fundas?

“Yo desconozco, pero ni existe la dirección ni el nombre de la persona”, señala.

Otro de los datos que la Fiscalía del Estado de Sinaloa reveló fue que una de las empresas que abastecieron a Castro Olivas fue el Grupo El Mariachi Sociedad de Producción Rural y de Responsabilidad Ilimitada, constituida en Guadalajara. Pero ese dato también es inexistente, debido a que en el sistema del Registro Público de la Propiedad del Estado de Jalisco ese establecimiento ni siquiera aparece.

El martes, en la continuación de la audiencia inicial, el funcionario Carlos Baltazar Castro Olivas acusó a su jefe inmediato, el titular de la Sedesol, Raúl Carrillo Castaños, de haber estado informado de todos los movimientos realizados para la compra de los colchones en mal estado. También señaló a la subsecretaria de Gestión de Fondos y Financiamiento de la Secretaría de Desarrollo Económico, Morayma Yaseen Camponanes, encargada de buscar a los proveedores para adquirir colchones para repartir a ciudadanía afectada por las lluvias del 20 de septiembre, de haber incluido en su lista de proveedores al particular y la empresa que hoy son señalados de fraude.

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