"La alegría de vivir con Don Cañalero, en la escena"

MAZATLÁN._ La función más lúdica, atractiva y cargada de humor de la semana en que el Encuentro de Danza se aposentó en el Teatro Ángela Peralta se realizó la noche del jueves.

El programa que se presentó conjugó el juego, el humor, el folclor, la jarana el ballet en un mezcla que dejó fluir en el escenario lo atractivo que puede ser la danza contemporánea.

El grupo que coronó la atmósfera de juego cargada de energía y una propuesta estética que convenció al público fue Don Cañalero, que presentó un fragmento de su obra Desierto.

El grupo regiomontano crea un coctel atractivo en el escenario, primero la música es en vivo, una jarana y una guitarra recrean la energía del son jarocho, la sabrosura de la música caribeña, latinoamericana y la fuerza de algunos palos del flamenco para desplegar la alegría y el drama que la danza puede generar en el escenario.

La danza se despliega con géneros diversos que se vuelven atractivos porque están ejecutados con limpieza y brío, vimos a la danza contemporánea convivir con el zapateado del folclor mexicano acompañado del son jarocho, al drama del flamenco llevado al foro para sumar atractivo al espectáculo que va sorprendiendo

Su director, Miguel Pérez, toca la jarana y baila; pasa de un espacio a otro incansable, seduciendo con el flujo de energía que explota en su cuerpo para contagiar la alegría o el drama.

Don Cañalero es una propuesta juguetona, atractiva visualmente, cargada de energía y amor por la danza.

Mexicana y ecléctica

Una bailarina egresada de Delfos que siempre ha sorprendido por la calidad de su movimiento y su inquieta mente que la lleva a propuestas arriesgadas es Briseida López que, abrigada por el talento de miembros de Lux Boreal: Henry Torres y Raúl Narvarro, planteó su obra Cielito Sweet.

En esta obra utiliza recursos del cabaret, el performance y la danza contemporánea para retratar a una mujer mexicana contemporánea que se enfrenta en el Siglo 21 al machismo, que se niega a desaparecer.

Hace un recuento de los asesinatos impunes que desde Díaz Ordaz se siguen dando en contubernio con narcos, empresarios y caciques desde el 2 de octubre de 1968 hasta Acteal, pasando por Ayotzinapa.

Jocoso resulta la parodia de una clase de ballet dirigida por una maestra cubana expresiva, ingeniosa para corregir para dirigir con palabras que crean imágenes alegres que arrancaron las carcajadas de los ahí presentes, muchos bailarines que viven en el día a día estas situaciones.

 Historias de Lavanderías

La creación de Oswaldo Gómez, Historias de lavanderías, en un formato modesto, realiza un planteamiento divertido y dramático.

A través de la imaginación un niño-hombre se enfrenta con los prejuicios de una familia y una sociedad que no sabe cómo enfrentarse a la realidad de las preferencias sexuales o de vida diferentes.

La lavandería ofrece las posibilidades infinitas de cambiar de disfraz y convertirse en otros una y otra vez en un juego de imaginación dinámico, en donde el teatro domina a la propuesta dancística, sin dejar de ofrecer cierto atractivo para el público.

También se presentaron Entonces, asoma de La oveja negra y Ni una palabra de amor, de Daniel Marín, basada en el corto del mismo nombre en el que una obsesiva mujer ignorada por su objeto amoroso, es lapidada por la indiferencia, su obstinación es tal que raya en lo cómico y Daniel Marín recurre a la danza teatro para llevar la situación a escena.