"La cenicienta rosarense"

EL ROSARIO._ La vida de Simona Martínez es una historia que más que sacada de la memoria del tiempo, parece la de un cuento de hadas o los hermanos Grimm, ya que por historiadores de Estados Unidos recibió el titulo de “Cinderella of Rosario” (Cecienta de Rosario).

Leopoldo H. Boutier cronista de la ciudad y director del Museo de Historia Regional, como parte de su recorrido narra como Simona pasó de sirvienta a esposa de un gran empresario.

“Hablar de Simona Martínez es hablar de esas historias que tienen un final feliz”, asegura.

Explica que a finales del siglo 19, de una familia muy humilde, de bajos recursos económicos nació Simona en el ahora ex Real de Minas, El Rosario.

Con tan solo 15 años de edad, la joven ingresó a trabajar como parte de la servidumbre en la casa de Lewis Leonard Bradbury, primer norteamericano propietario de las Minas del Tajo.

“Éste señor llega a Rosario a principios de la década de 1860 y adquiere gran parte de las acciones que era de la familia Nories, él inició siendo proveedor y terminó convirtiéndose en el principal accionista de la compañía Minas del Tajo”, expresa.

Bradbury, asegura que por ende era uno de los hombres más acaudalados de Sinaloa y California.

Tras un año de trabajar en el hogar del norteamericano, se enamoran y se casan por lo que de manera casi inmediata se convierte en la mujer más rica de Rosario, una de las mujeres más adinerada de Sinaloa y del sur de Estados Unidos.

En el año de 1892, Simona Martínez enviuda se convierte en heredera de una fortuna de millones de dólares.

“Para darnos una idea de la riqueza que ella obtuvo al convertirse en la accionista mayoritaria de las Minas del Tajo, era quien decidía en qué se invertía el dinero”, precisó.

El cronista, afirma que Martínez se dedicó a invertir su capital en la naciente hotelería de Mazatlán, bienes raíces de Estados Unidos, en la banda y tren de San Francisco.

Así mismo indicó que aún existe en la ciudad de Los Ángeles un edificio que se creó con su intervención y lleva por nombre Bradbury, el cual es considerado el edificio más histórico de la ciudad, empleado para la realización de películas y series de televisión.

Su producción minera fue tal que al mes se extraían de las minas que dirigía 10 toneladas de plata y una tonelada de oro al mes, indicó Boutier.

Motivo por el cual, junto con su esposo se les considera como las personas que impulsaron la economía y la historia de Los Ángeles, con el dinero de Rosario.

Tras una larga vida, refirió que la rosarense falleció en la ciudad de Los Ángeles en 1902.