"La Fórmula de la Felicidad: ¿Aceptas mi invitación al grupo de chat?"

Desayunar entre amigos siempre es una bendición. Al iniciar la despedida, surge una conversación muy interesante: ¿cuánto ayuda, en una relación sana, abrir y formar parte de un chat con el fin de incentivar la comunicación de grupo?

Fue tanta la polémica que decidí dedicar mi columna a este tema, con base en las áreas de oportunidad o listado de quejas que se enumeraron en menos de cinco minutos de conversación. Entre las más importantes puedo mencionar:

1. ¿Por qué lo usan para asuntos personales? Los temas son de interés grupal no individual.

2. Me choca recibir cadenas.

3. No es una red de mercadeo, es un grupo de amigos que se quieren mantener informados.

4.Más de dos fotos es abuso y más si no son un tema de interés colectivo.

5. La política y la religión no son temas que aporten y sumen al grupo, son creencias propias y de interés individual.

6. El nivel de bromas y memes debe estar siempre bajo la regla de un profundo respeto a la filosofía de cada participante.

7. ¿Por qué se toman las cosas a personal? Si no aguantas “carrilla”, no te lleves.

8. Es un grupo activo; los chats no premian a los mirones; queremos conocer tu opinión, al menos saber que estás vivo.

9. ¡Qué reto para el administrador del grupo! Todos somos jueces, pero nadie quiere ser el que elimine un participante, aunque todos lo pidan a gritos.

En el camino de regreso al trabajo, me quedé con una pregunta muy importante: si me invitan a formar parte de otro chat, ¿lo aceptaría? ¿Suma en la comunicación y beneficio grupal y personal el formar parte de un grupo?

Definitivamente, hay muchos beneficios de integrarte a un grupo de chat de amigos, del trabajo o de un proyecto, siempre y cuando las reglas de operación de este sean claras y todo el grupo esté de acuerdo.

Uno de los beneficios más importantes es la velocidad, a tiempo real, a la que estás comunicándote con los integrantes del grupo.

No importa la distancia, las personas pueden estar en cualquier lugar del mundo y están conectadas.

Es un servicio que en la mayoría de las situaciones es gratuito.

Su operación es muy amigable, incluso el compartir imágenes, archivos, interesantes, enlaces web, documentos de trabajo.

Plataformas avanzadas nos permiten hasta el uso de cámaras y video conferencias.

En el caso del chat de amigos, rompe muchos esquemas tradicionales de comunicación y abre la posibilidad de hacer amigos y relaciones con personas de todo el mundo.

Me surge la siguiente pregunta: si son tantos beneficios, ¿por qué no establecemos reglas claras y optimizamos este recurso tecnológico? Es cuestión de priorizar y decidir.

Claro que si me invitan a un nuevo chat, con reglas claras y posibilidad de compartir cultura y conocimientos, el sí es casi automático, consciente de sus beneficios y de los cuidados que debo considerar cuando estoy utilizándolo.

Un chat puede ayudar mucho en la comunicación si el grupo se enfoca a establecer las bases de cómo quiere operar. ¿Y tú qué opinas?

Gracias por estar conectado a mi página Oscar Garcia Coach, mi mejor forma de estar en comunicación contigo.