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"Mazatlán"

"La Fórmula de la Felicidad: Compartiendo emociones"

"Columna semanal"
LA FÓRMULA DE LA FELICIDAD
07/08/2020

Tres citas a través de la virtualidad. En mi rol de coach del otro lado del ordenador, mi escucha y reflexión asumen que, de los tres casos, sólo cambian los observadores y sus interpretaciones, porque es un hecho que los tres presentan un alto nivel de ansiedad y el reto radica en cómo estamos gestionando las emociones.

Definitivamente, hoy más que nunca debemos trabajar en los habilitadores y herramientas que nos permitan afrontar con éxito los pensamientos no deseados, y más cuando se nos da con facilidad otorgarles un toque catastrófico. Es casi “obvio” que la mayoría interpretamos a estos pensamientos como los que nos conducen a sentimientos y estados emocionales que en un momento dado llegan incluso a impedirnos disfrutar de forma óptima la vida.

Los expertos del comportamiento humano asumen que nuestros pensamientos pueden afectar lo que sentimos, por eso algunas corrientes vinculadas a la autoayuda promueven el uso del pensamiento positivo para interrumpir los pensamientos no deseados, un gran riesgo cuando las intervenciones no están fundamentadas en investigación científica.

Lo que no mencionan, siendo clave en el éxito de una rehabilitación o un reaprendizaje emocional, es el hecho de que tomar el camino de la transformación demanda paciencia y tolerancia, que no hay fórmula mágica porque lleva tiempo, mucho tiempo en algunos casos, pero siempre hay que celebrar el primer paso. Muchos de nosotros llegamos a solicitar apoyo a los 50 años, ¿se imaginan querer que en tres sesiones se “arreglen” hábitos no sanos adquiridos en toda una vida? No podemos ni debemos vender humo.

Así me encuentro al Mentee de mi primera cita, afirma que lo ha intentado “todo”, pero siente que no hay avance, que no hay desplazamiento, que no hay aprendizaje, pero se niega la oportunidad de asistir a apoyo psicológico por pena a “¿Qué van a pensar mi papá y sus colaboradores de mí? Afirmarán que soy incompetente y me perderán la confianza”.

A la par, estoy preparando el programa dominical que me da el honor de conversar con mi maestro de Inteligencia Emocional Juan Pedro Sánchez, nuestro siguiente invitado, quien nos recordaba la importancia de reconocer el monólogo interior (eso que nosotros nos contamos a nosotros mismos, eso que nos decimos al oído y tanto nos impacta). Un aprendizaje altamente apreciado.

Recordarán que en muchas columnas de la Fórmula de la Felicidad hemos conversado de la importancia de las emociones ya que estas son universales, conscientes de que en algunas culturas se promueven y se aceptan, en unas más que en otras, sin embargo, al ser parte de nosotros mismos y de nuestra naturaleza, todos las experimentamos en mayor o menor medida. Es tan importante este punto de cómo en cada familia, en cada persona, se viven de forma diferente, en muchos casos abismalmente diferente.

Mi reto en la primera cita fue cómo lograr crear conciencia de que no puede vivir culpando a los demás de lo que le pasa y usar el chantaje para manipular las decisiones y de cómo afecta esto a los demás. Es increíble cómo el no soltar el control, más bien dicho, el miedo a perderlo, se refleja a través del chantaje de una enfermedad.

¿Cómo hacer ver a la persona que soltar el control es importante para aprender a aceptar las cosas tal y como vengan? Esto para evitar caer en las garras de los pensamientos catastróficos que generan las expectativas.

¿Cómo extenderle una invitación profunda para abrir los ojos y dejar de suplicar al cielo que les quite hasta la “mala suerte” que tenemos? ¿Será mejor opción decidir soltar el control, aceptando ese terrible miedo a perder, a que nada suceda de acuerdo con el plan que he realizado?

La segunda cita fue un reclamo directo a las “terapias no efectivas” ya que lleva un año (según él), pero en cuentas reales lleva 10 sesiones efectivas. Recuerdo al psicólogo francés Steiner que afirma que los comportamientos de rebeldía son una constante que utilizamos de forma desesperada para llamar la atención. Es una interpretación o lectura que podemos dar a comportamientos disfuncionales, casi tóxicos, con una administración inadecuada emocional, hasta llegar al extremo de ser casi obsesivo buscando el reconocimiento o en casos más extremos la desaprobación. “Pégame, pero no me ignores”.

El tercer caso queda de inspiración para el quinto programa de Pensar en Positivo, así que me guardaré para el domingo de Pensar en Positivo que se transmitirá a través de un Facebook LIVE este 16 de agosto a las 11:30 tiempo de Mazatlán, donde conversaremos profundamente por esas “caricias entendidas” que van mucho más allá del contacto de la piel con otra piel, de aprender a hacer conciencia de la caricia como mirada, como una sonrisa, como un gesto amable, ese oído atento para la escucha afectiva y efectiva, así como la retroalimentación hasta reforzar ese creer en uno mismo como la gran Palanca para el Éxito.

Me queda muy claro que, si no aprendemos a compartir nuestras emociones y a recibirlas de los demás, nuestras relaciones tenderán a ser nocivas para nuestra salud emocional y anímica. Seguimos conectados a través de @LicOscarGarciaCoach.

 

 

 

 

 

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