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"La Fórmula de la Felicidad"

"La Fórmula de la Felicidad: Sin atragantarnos con los cambios"

"El coach Óscar García habla sobre los cambios en la vida"
LA FÓRMULA DE LA FELICIDAD
16/11/2018

La oportunidad de un nuevo vuelo, rumbo a la última junta presencial de directores del año, pasar en pocas horas del calor pata salada a la bienvenida de un frente frío, que nos coloca en temperaturas de aproximadamente 2 grados centígrados, podría afirmar que es un ejemplo de la polaridad en la que vivimos y la rapidez con la que tiempo transcurre, esto ante el cierre de un año más.

La inmensidad de las nubes observadas desde las alturas permite un espacio de reflexión interesante. Es un hecho que la ley del ritmo o de la impermanencia tiene su clara aplicación en la lluvia de pensamientos y emociones que bombardea mi cuerpo y mente. Es un hecho que el diario vivir nos acostumbra al confort de ciclos repetitivos y ordenados, y así. muchas veces de manera automática, experimentamos las estaciones del año, el mismo día y la noche, levantarnos, asearnos, ir a trabajar y regresar a casa a descansar para continuar con el mismo proceso al día siguiente, desayunado, comiendo y cenando; propiciamos rutinas que cuando salen de ciclo nos asustan, nos colocan en estado de alerta.

Uno mismo está en constante cambio físico y mental. Busco de forma rápida, en mi celular, una foto de noviembre de hace un año y me sorprendo del simple hecho de indagar cuáles eran mis sueños e inquietudes. Con un poco de atención y observación acelerada, doy fe de cambios en alguna pata de gallo, las entraditas del pelo que alargan mi frente. Más profundo es sacar mi cámara interna para hablar de mis metas, de las cumplidas, de las en proceso, de las abandonadas y de las replanteadas. Son solo pequeños ejemplos que me hacen afirmar de forma objetiva que he cambiado, que todo está en constante movimiento y evolución. Filosóficamente, podemos decir que todo regresa al origen para buscar de forma inmediata un nuevo comienzo, pero que a pesar de ese nuevo comienzo, este proceso nos llena muchas veces de miedo e incertidumbre.

Podemos caer en las frases típicas cuando se conversa de este tipo de temas: “No tengas miedo, todo pasa”, “es bueno limpiar la casa; hay que tirar lo viejo”; sin embargo, lo que es un hecho es que ahí está la emoción con su afectación negativa y nos hace sentir, en la mayoría de las ocasiones, muy mal.

Hay que trabajar en la aceptación recordando que nada es permanente, que es decisión personal fluir con los cambios y disfrutar la vida o quedarnos atrapados en las emociones, que la resistencia de nuestros esquemas mentales pueden generar. Todos hablan de soltar, pero es tan personal decidir liberar las emociones que nos hacen sentir mal, reconocer cómo me siento y, desde ahí, trabajar en la transformación de estas.

Todos hemos experimentado la negación a dejar relaciones no sanas, hábitos de alimentación poco saludables, aferrados a no soltar el enojo, coraje, resentimiento, hasta el sentimiento de culpa ante situaciones vividas en etapas de nuestra vida. Aun cuando todos los estudios nos muestran que el dinero no garantiza una vida feliz, su búsqueda y acumulación mueve fuerte los comportamientos, sin importar en muchas ocasiones a quienes afectamos.

Transformar el miedo al cambio y a lo nuevo (desconocido) nos reta a abandonar, en muchas ocasiones, lo que nos gusta y causa placer efímero, por emociones positivas más duraderas. Enfrentar la sensación de control y poder, el apego exagerado y negativo, es darnos permiso para ser humanos e intentar nuevas avenidas en el camino de la vida.

El golpe de la aeronave con la pista de aterrizaje me regresa al aquí y el ahora, me saca de mi estado de flow. Antes de que me gane la prisa por lograr la conexión por la tardanza del camioncito, que me debe mover a la terminal aérea, hago tres respiraciones profundas y un ejercicio de agradecimiento para poder sentarme en silencio unos minutos, no supe cuántos, y observar lo que pasa conmigo y a mi alrededor para sentir que todo se ha hecho un poco más viejo, seguramente hasta mi propia bioquímica se transformó por la altura del vuelo, así como cambian algunos planes y objetivos en la búsqueda de mi propósito de vida. Considerando que no importa qué tan perfecto sea mi plan, la vida puede enfrentarme a nuevos esquemas que ni siquiera en la mente más creativa estaban considerados.

Estoy en la sala de espera para la conexión, sigo conectado con mi propia reflexión. Es necesaria una frase de mi madre para cerrar la columna: “No te comas el mundo a puños porque te puedes atragantar”; otra vez estaba llena de razón. ¿Cómo bajar la intensidad del ritmo acelerado impuesto o que permitimos que nos impongan? ¿Y si sólo disfruto el hoy? ¿Y si me enfoco en el aquí y ahora? Cuando estén leyendo esta columna, también esto será historia.

Te deseo un muy buen fin, espero que con poca necesidad de comprar, pero sí una tremenda oportunidad de darte el espacio para disfrutarte a ti mismo, para luego salir al encuentro de las personas y experiencias que sólo tú sabes que necesitas, despacio, saboreándolo como un momento único e irrepetible, reconociendo la impermanencia como una ley llena de retos.

Seguimos en contacto en la página Oscar Garcia Coach.

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