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"COLUMNA"

"LAS ALAS DE TITIKA: Princesa Amy, II"

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LAS ALAS DE TITIKA

Había una vez… un ángel de fuego que sólo quería cantar y embellecer el mundo. No le importó abrir su ser, desgarrarse, sacar su voz para entregar su alma. Quería que la abrazaran, que la quisieran, que se elevaran con ella; pero sobre todo quería, que la escucharan sentados en torno a una fogata, iluminados con un fuego nuevo. No imaginó lo que alcanzaría. Multitudes la acompañaron; bailaron y cantaron con la bella Amy; ninguno supo ver que seres malignos la acechaban como lobos hambrientos para devorarla. Confió en muchos. Confió en su padre: “My dad come soon”, dijo esa noche queriendo dar su mejor concierto. Abrió sus alas pensando que la sostendrían: la dejaron caer. Dijeron cosas horribles de ella; se convirtió en un ángel lastimado. Los demonios se apoderaron de la Winehouse, le dieron brebajes dañinos que transformaron su dulce mirada; la llevaron a constelaciones lejanas.

Su suave aleteo fue ciego al centro del hoyo negro. Despojaron sus entrañas… se hizo el silencio. Volvió la calma. Murió cien veces, pero esa última vez, sola, a sus 27 años, ya no regresó. Ahora brilla en el corazón de todos los que la quisieron, sigue elevándolos, sacándolos de su mundo inmundo. Atreyu la ha encontrado y la ha librado de los árboles tenebrosos. El hada le ha dicho: “No temas. Sigue cantando para ángeles verdaderos”. Ella regresó a su esencia y fue feliz. Y colorín colorado…

 majuliahl@gmail.com

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