"Las Labradas recibe con buena vibra a la primavera"

Fernando Espinoza

El misticismo, historia y tradiciones de Las Labradas convocaron a miles de personas que buscaron recargar su energía para recibir a la primavera, además de atestiguar una exhibición del ancestral juego de ulama, danzas prehispánicas y exposición de fotografías de los petrograbados.

Óscar Pérez Barros, Secretario de Turismo del Estado, explicó que se busca rescatar esta tradición e involucrar a los jóvenes.

"Me interesa ver a lo jóvenes que vienen a ver esta tradición, y a revivirlas. Es algo familiar, educativo, que yo aplaudo, se hizo en la fecha que es, yo creo que eso no lo debemos perder, el tema cultural y el tema educativo van de la mano del tema turístico".

Recargan energía

Con los brazos extendidos, parados o acostados sobre las rocas, vestidos de blanco, con lo pies dentro del mar o con una limpia de los chamanes que estaban en la playa, cada visitante buscó "recargar las pilas".

Como ya es una tradición, grupos de amigos, familias completas o compañeros de trabajo, viajaron hasta Las Labradas para recibir el equinoccio, la mayoría provenientes de Culiacán y Mazatlán, aunque también había turistas de Los Mochis y Guamúchil, y extranjeros.

"Venimos a dejar todas las energías malas y llevarnos las buenas. Es una experiencia muy bonita, desde que entras sientes la energía, aunque también tiene mucho qué ver con la actitud que vengas", expresó Bety Medina, de Culiacán.

Mientras unos aprovechaban para tomarse la foto del recuerdo, otros hicieron una larga fila con el chamán que se puso en la playa para que les hiciera una limpia.

Silvia Noriega viajó desde Los Mochis junto a su esposo David Ramírez, para vivir por primera vez la experiencia.

"Venimos desde Los Mochis, varios amigos nos han platicado y queríamos vivir esta experiencia".

Los danzantes y músicos exponentes de la cultura prehispánica de la región aprovecharon para hacer también su demostración de la danza de El Coyote y El Venado.

Ulama, el acestral juego de pelota

Ramón Arturo Osuna Bonilla, vecino de El Chamizal, tiene más de 35 años jugando ulama, y dio junto a su equipo, de 12 jugadores, una demostración de este juego prehispánico en la inauguración del equinoccio de primavera.

En la zona arqueológica junto al mar, se dieron cita miles de personas.

Osuna Bonilla compartió que gracias a este juego de pelota ha viajado a países como España e Italia.

Aseguró que el inicio de la primavera es el pretexto perfecto para promover este juego que se ha heredado de generación en generación, y que en su pueblo, El Chamizal, juegan cada ocho días.

“Yo lo aprendí de mi abuelo y mi padre cuando tenía como 7 años, ahora, nosotros les enseñamos a los más chicos, un hijo mío juega en este equipo que traemos, y le enseñamos a los sobrinos chiquitos, es un juego que se debe jugar seguido, nosotros lo jugamos cada ocho días, porque si lo dejas de jugar, pa' cuando quieres volver a jugarlo ya no puedes, te duele la cadera, porque la pelota pesa como cuatro kilos”, explicó.