"Le preocupa dejar a su hijo en un mundo poco tolerante"

EL ROSARIO._ La principal preocupación de Juan José Esparza Amaya es preparar a su hijo Juan Diego para un mundo que aún está aprendiendo a respetar y valorar a las personas con capacidades diferentes.

Convertido en padre y madre desde hace dos años cuando perdió a su esposa Olga Cantú, Juan José se ha hecho cargo de su hijo que está a punto de cumplir 9 años el 9 de diciembre. Juan Diego es alumnos del Centro de Atención Múltiple número 11, y padece síndrome de Down y problemas de aprendizaje.

Al celebrarse hoy el Día Internacional de las Personas con Discapacidad, el jornalero originario de la comunidad serrana de Plomosas afirma que su principal temor es faltarle a su hijo, dejándolo en un mundo poco tolerante.

“Sí me preocupa que algunas personas no lo traten bien, o lo humillen algunas personas; falta más para los niños con discapacidad, que los acepten y que haya más apoyos para ellos”, dice.

En su hijo ve un reto para aprender a ser un mejor padre día a día.

“Yo sabía que no iba a ser fácil, porque sabía que tenía que trabajar más con él; (el principal reto) más que nada sacarlo adelante y ayudarlo a que se mueva por sí solo, por si llego a faltar yo... mi esposa falleció”, comenta.

Juan José agrega que ha recibido el apoyo de su hermana Guadalupe para sacar adelante al pequeño, junto a su hermanito Luis Alejandro.

Dice que para que Juan Diego aprenda a valerse por sí mismo, puntualmente lo lleva a la escuela, ya que él sólo tuvo la oportunidad de estudiar hasta la secundaria.

“Me gustaría darle un futuro mejor, que él aprendiera un oficio, para que se desarrollara más y pueda salir adelante”, expresa.

Como padre hace un llamado a la población para que adopte una cultura del respeto e inclusión hacia las personas con capacidades diferentes.

En la situación actual, asegura Juan José, no se siente preparado para dejar solo a Juan Diego.

“Yo sabía que no iba a ser fácil, porque sabía que tenía que trabajar más con él; (el principal reto) más que nada sacarlo adelante y ayudarlo a que se mueva por sí solo, por si llego a faltar yo... mi esposa falleció”.

Juan José Esparza Amaya

Padre de niño con discapacidad