"Los desplazados somos invisibles, dice jornalera de Villa Unión"

Carolina es una desplazada de la sierra de Concordia. La violencia la obligó a cargar con sus tres hijos y buscar refugio en un lugar más seguro.

Lo encontró en Villa Unión, donde vive desde hace tres años. Encontró un trabajo que apenas le da para pagar la renta y medio dar de comer a sus hijos.

“Pero en todos lados somos invisibles los desplazados, hace días pasaron entregando las tarjetas que está dando el Gobierno del Estado para que compremos despensa, y me la negaron, también a mi hermana, porque no tenemos credencial de elector de Villa Unión, ni recibos de luz a nuestros nombres”, lamentó la jornalera.

Se empleó en el corte de chile, actividad en los que los primeros días sacaba un poco más de dinero, pero conforme la temporada avanzaba, les pagaban solo el mínimo de la jornada, que son 200 pesos.

Eso mismo le pagan en un empaque de fruta en Aguacaliente de Gárate. Con ellos debe pagar renta y sostener a sus tres hijos ella sola, pues es madre soltera.

“Mi hijo mayor me ayuda cuidando a sus hermanos pequeños, les hace la comida y hasta le ayuda con las tareas a su hermanita, y ahora gastamos más con eso porque le tengo que poner saldo más seguro a mi celular”, expresó.

El hijo mayor, que estudia preparatoria, también trabajaba en una taquería, dijo, pero a raíz de la pandemia bajaron los clientes y también el trabajo, ahora solo le llaman una vez por semana.

El Programa Emergente de Apoyo Alimentario del Gobierno del Estado se implementó para apoyar a las familias que están padeciendo por la crisis que genera el confinamiento social a raíz de la declaratoria de Emergencia Sanitaria por SARS-CoV-2.

Es una tarjeta que funciona como monedero electrónico canjeable por despensa, con una cantidad precargada de 350 pesos. Será recargada cada mes mientras dure la contingencia económica.