"Medicina del Deporte"

Amigo lector de Noroeste, el ser humano desde la concepción adquiere toda la información genética, la cual se encarga de multiples factores que repercutirán en la vida del mismo, estos factores en algunas ocasiones se pueden controlar, por ejemplo si genéticamente se tiene predispoición para ser obeso, se cuida la alimentación y se mantiene la masa corporal en peso deseable, pero también hay factores genéticos que hasta la fecha no se pueden alterar, por ejemplo la estatura o el color de piel.

Así también cuando los padres tienen alguna alteración sensitiva (audición, visual, gusto, habla, etcétera), puede que el hijo lo padezca, aunque en alto porcentaje de hijos de estos, no tienen alteraciones.

Deporte para ciegos (atletismo), en esta disciplina se les divide en tres categorías, primera categoría B1: El ciego total tiene la posibilidad de emplear a dos ayudantes, se les llama “llamadores”. El ciego puede correr solo en la pista, por el sonido es asistido por los llamadores que se ubicarán uno a la mitad del camino (50 metros) y el otro en la recta final (antes de la línea de llegada).

Segunda categoría B2: Puede no usar llamador y correr solo. Se debe orientar al atleta en el carril correspondiente.

Tercera categoría B3: Atleta normal, se rige por el reglamento normal.

Competencias de 200, 800 y 1 mil 500 metros, para la categoría B1, corre con un ayudante, atado a la muñeca por una soga que mide 45 centímetros. El voluntario no puede estar adelantado (no ir adelante) del ciego o con contacto de codo.

El de categoría B2 puede utilizar al voluntario, de la misma forma que el B1; pero si está entrenado, puede correr solo. El de categoría B3, corre solo, su vigilancia es desde el exterior.

Competencias de 5 mil y 10 mil metros, medio maratón y maratón, en esta modalidad, la categoría B1, puede correr con voluntario, par ala competencia de maratón están permitidos tres cambios de acompañantes, a los 10, 30 y 40 kilómetros, los acompañantes nunca deben estar adelantados al competidor.

Deportes de equipo para ciegos y débiles visuales, en este tipo de disciplinas, es fundamental que el que lo practica posea:

Buena orientación espacial, para ubicarse dentro de la cancha y en relación con sus compañeros y la pelota.

Buen manejo del pase y la recepción de la pelota.

Fuerza en los lanzamientos.

Reconocimiento del hemicuerpo con mayor dominio (lateralidad).

Buen equilibrio postural para realizar desplazamientos.

Para trabajar a este grupo de personas, el entrenador debe estar en actualización constante en biomecánica y fisiología para no causar daño.