Puerto Rico ganó el campeonato de la Serie del Caribe, de la misma forma que lo obtuvo Cuba, hace dos años.
Ambos equipos ganaron sólo un juego de la ronda “todos contra todos”.
Pero se crecieron en el minuto vital, para acreditarse el título, muy merecidamente.
La única victoria de los Vegueros de Pinar del Río, en 2015, fue ante los anfitriones Cangrejeros de Santurce, y por dominio pasaron a semifinales.
Esta vez, Puerto Rico cerró con broche de oro una serie sensacional, para poner fin a una sequía de 16 años, sin ganar un campeonato.
De paso, cobró desquite de México, que le venció en la final de 2014, en Isla Margarita, Venezuela.
Los boricuas venían decididos a regresar a su país con el título.
Y lo lograron, con una mezcla de clase y gallardía.
Hay que darles todo el crédito que merecen.
Ciertamente, todo podía pasar en un juego cerradísimo, en el que los lanzadores de ambos equipos, mantuvieron a raya a la oposición.
Puerto Rico se impuso a un equipo cuya ofensiva se fue cayendo gradualmente, al grado de que sólo anotó una carrera, en sus últimas 27 entradas.
Ésa fue la principal razón, por la que México se quedó arañando su décimo campeonato.
Al final, varios aficionados abuchearon al mánager Roberto Vizcarra, lo que me parece injusto.
Debemos celebrar las victorias, pero también, aceptar las derrotas.
Entre lo que ocurrió y lo que pudo haber ocurrido, siempre habrá de por medio, un mundo de cuestionamientos y conjeturas.
Se vale opinar, pero siempre en un marco de respeto.
Yo creo que Vizcarra, sin duda un mánager talentoso, dirigió esta vez con algunas corazonadas, y el deseo de ganar la serie, con los jugadores a quienes dirigió gran parte de la temporada.
Cuando en la octava entrada, por ejemplo, tenía dos corredores en base y sólo un out, me pregunté si Sebastián Valle, quizá el jugador más peligroso del equipo mexicano, estaría lesionado.
El emergente Yordanys Linares se ponchó, en una oportunidad de oro para México.
Luego vino Ramón Ríos a terminar la entrada, con una rola al cuadro.
¿Y Valle? Un pelotero más famoso por su bate que por su guante, apareció en la novena entrada, cubriendo la receptoría.
A Vizcarra le faltó sacar más provecho de Tyler Alexander y Óliver Pérez, antes de recurrir a su cerrador estelar, Jake Sánchez.
Pero, decía, esto es lo que pudo ocurrir. Lo que pasó fue muy diferente.
Pero, ¿qué tal si las corazonadas le funcionan al “Chapo”? Yo no culparía a Vizcarra, después de todo.
México se quedó a la orilla, porque esta vez, Puerto Rico fue mejor. No busquemos entonces, “chivos expiatorios”.
México-americanos sin límites
Al no haber límites en la contratación de peloteros méxico-americanos en la Liga Mexicana de Beisbol, debe tenerse especial cuidado, de que el talento nativo no se vea desplazado.
Esto es algo que debe tener presente, cada presidente de equipo.
Y es que podría haber novenas en que la suma de extranjeros y peloteros con doble nacionalidad, sea superior al de los nacidos en México.
Llaman particularmente la atención, los equipos de Diablos Rojos y Guerreros de Oaxaca, que contenderán con sólo mexicanos.
No sabemos si de última hora, decidan incrustar en sus rósters, a uno que otro méxico-americano.
La división de criterios entre los dueños de equipos, y el retiro de los Tigres de Quintana Roo, anticipan desde ahora, una de las temporadas más accidentadas, en muchos años.
¡BUENOS DÍAS!
Jrobertoriveros@hotmail.com
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