"Mujeres buscan defenderse hasta con desarmadores que portan en sus bolsas"

CULIACÁN._ Stephany apenas tiene 20 años y cada que sale a la calle ronda en su cabeza en pensamiento de cómo cuidarse ante cualquier agresión. La semana pasada la joven estudiante empezó a sentir pánico de andar sola al percatarse de las desapariciones de mujeres en Culiacán, entre ellas la de Mariana, quien fue hallada asesinada el lunes 16 de diciembre tras cinco días desaparecida.

La joven buscó en su casa lo que fuera que le hiciera sentir segura, desde entonces la acompaña un desarmador, el cual no dudaría en usarlo si se siente en peligro.

“La semana pasada que empezaron con muchas desaparecidas yo me 'paniquié'. Antes era precavida pero no sentía el pánico que ahorita siento”, dijo.

“Siempre ando con el pánico volteando para todos lados no vaya a ser que me vayan a agarrar y no me dé cuenta”, narró.

Stephany fue una de las cerca de 60 mujeres que acudió este domingo al taller de defensa personal que ofreció gratuitamente el entrenador David Adrián Gámiz.

Señaló la estudiante que el miedo empieza a invadirla cuando comienza a anochecer.

“Cuando está sola la calle, cuando son horas que está un poco más solo”, dijo.

Nazareth tiene 15 años de edad y es estudiante de preparatoria y también buscó estar preparada ante cualquier ataque.

“Tengo una chicharra pero no la llevo tanto porque la escuela está cerca de mi casa, como tres o cuatro cuadras, entonces mi hermano va conmigo, pero igual se llega a ofrecer y por eso quise venir”, explicó.

En el gimnasio donde fue impartido el curso solamente hay mujeres, salvo los tres entrenadores que lo impartieron y tres camarógrafos de prensa. El ambiente es de sororidad, la mujeres comparten sus experiencias; las mayores temen por las más chicas, como es el caso de Mariely de 35 años de edad.

“Las mujeres siempre somos como un poco más vulnerables, pero la verdad que de unos meses para acá, días, dos semanas, Culiacán, estamos muy asustadas”, platicó.

Mariely nunca ha sido víctima de algún intento de privación de la libertad o una agresión sexual física, sin embargo, hace 21 años fue acosada sexualmente cuando iba camino a la escuela.

“A mí me tocó cuando tenía 14 años que iba al centro de idiomas a un lado del Santuario, un tipo arriba de un carro se estaba masturbando, yo tenía 14 años, hoy tengo 35”, recordó.

Larissa de 27 años de edad también ha sido víctima de agresión sexual mientras camina en la calle. Hace un par de años un hombre la tocó sin su consentimiento

“A mí me han metido mano en la calle cuando iba al trabajo, antes yo trabajaba en un restaurante. A veces uno trae falda, y cuando chocas con alguien aprovechan a veces para meterte mano”, narró.

“La verdad no reaccioné en ese momento, mi cabeza fue de que '¿es en serio?', estuve buen rato '¿es en serio que me metieron mano?'”, recordó.

Ante ese tipo de situaciones, las mujeres concordaron en que se privan de salir a la calle después del atardecer y que incluso frecuentemente buscan la compañía de hombres para poder caminar tranquilas.

“Uno como mujer evita ciertas horas salir, ya más que nada por precaución. Ya te vas haciendo una idea de que somos un blanco fácil y no es bueno salir a horas de la noche, suena a un comentario machista por así decirlo pero es la realidad”, expuso Larissa.

“Te tienes que empezar a cuidar o tener ciertos hábitos para preservarte”, agregó.

David Adrián Gámiz quien impartió el taller de defensa personal aclaró que se trató de técnicas para mantener distancia, controlar o someter al agresor, ya que las mayores dudas de las asistentes fue el desarme de victimarios.

“Nosotros fuimos muy claros que nuestro curso no era nada de desarme, nosotros no venimos a decirle a las personas cómo desarmar ya que eso es muy fantasioso para nosotros”, expuso.

“Nuestro curso de defensa personal es en base al combate cuerpo a cuerpo, a mantener distancia, a controlar a un agresor y hasta cómo someterlo”, agregó.

El curso fue impartido el sábado 21 y domingo 22 de diciembre de 17:00 a 19:00 horas y entre los dos días el aforo aproximado fue de 120 mujeres, desde los 12 a los 50 años de edad.

“Sí se mostraron como sorprendidas al ver lo fácil que era deshacerse por ejemplo de esa situación”, expuso Gámiz.