"Persiste el trabajo infantil en los surcos agrícolas de El Rosario y Escuinapa"
ESCUINAPA._ El trabajo infantil persiste entre los surcos agrícolas, desde El Rosario hasta el valle de Escuinapa, los niños están entre los chiles, tomatillos o tomate.
Algunos apoyan en el corte y acarreo de las hortalizas, otros se quedan al cuidado de sus hermanos, fuera del surco.
Una niña carga a su hermano pequeño, mientras juegan a la “Guardería” otros más apoyan en el corte de las hortalizas, parecen incansables.
Una vida temprana transcurre en el sol y entre el surco de tierra.
Son niños que emigran junto a cientos de jornaleros que vienen de Guerrero, Nayarit y Durango desde el mes de octubre, vienen con sus familias a pasar prácticamente la mitad del año al sur de Sinaloa.
Sus padres justifican la presencia en el campo, ante la falta de guarderías, solo existe una para jornaleros migrantes en Isla del Bosque y la promesa de construcción de otra en Teacapán.
Pero ante la insuficiencia de una y la espera de otra, los niños se van al campo, algunos trabajan en los cortes, unos más esperan a las orillas de los surcos cuidando a los más pequeños.
En las últimas dos semanas en el valle de Escuinapa se ha detenido a vehículos con menores que iban con sus padres al jornal, los inspectores los encuentran escondidos entre las cajas de las camionetas.
En una sola de estas, 15 menores fueron regresados a sus casas, 20 infracciones fueron aplicadas y está última semana el DIF ha participado de los operativos.
De acuerdo a la estadounidense Brenda Irvin, alrededor de 800 niños llegan al valle del municipio cada temporada agrícola, ella apoya con leche y cereal que DIF Estatal le otorga para niños de Cristo Rey y Teacapán, otros le donan medicamentos o recursos para la compra de nebulizadores.
La Asociación Civil Save the Children’s entregaba desde hace años despensas para el albergue de jornaleros en Isla del Bosque, así como desayunos calientes para niños jornaleros en Teacapán, en enero ante la falta de recursos del Gobierno Federal estos apoyos alimentarios se dejaron de otorgar.
Un precario refugio para los niños que acompañan a sus padres.
Una costumbre difícil de erradicar: Vialidad
El Delegado de Vialidad y Transporte en Escuinapa, Juan Manuel Ulloa Moreno, manifestó que es difícil erradicar estas costumbres.
“Estamos en espera de que DIF nos invite a las revisiones, sí hay niños trabajando pero se tiene que actuar en coordinación y con ellos” dijo.
A veces se van entre los adultos, van ocultos y cuando llegan con el productor solo acuerdan no ponerlos a trabajar pero siguen estando en el riesgo como niños, porque se meten camiones pesados y productos que se le echan a los surcos contra las plagas podrían ser tóxicos.
Debes Leer:
Suscríbete y ayudanos a seguir
formando ciudadanos.
