"Pintan, se expresan y cumplen sueños Georgina y Rosa"

A través del arte, Rosa Herminia Lizárraga ha cumplido sueños. Pasear en globo con su esposo e hijos, moverse a través de las telas con la danza aérea, son tan solo algunos que ha plasmado en el lienzo.

Para Georgina Almanza Hernández, en cambio, el arte es una forma de rescatar los paisajes que hoy se ven y que tal vez el día de mañana no. Y son parte fundamental de su trabajo.

Ellas son las Artistas del Mes del Jardín del Arte Culiacán y ahora exhiben su obra en Galerías San Miguel.

El arte como terapia

Para Georgina Almanza Hernández la pintura es lo que le ayuda a sacar todas sus emociones. Cuando pinta, dice, se despeja de todo, no quiere saber de nadie y se entrega a la pintura por tres o cuatro horas continuas.

Georgina Almanza.

"Antes no era constante, ahorita lo estoy haciendo un hábito, pinto por lo menos una o dos horas diarias y estoy creando más que al principio, antes pintaba un cuadro cada tres o cuatro meses, y ahorita hasta tres cuadros a la vez".

Entre 1985 y 1988, estudió la carrera técnica en Artes Plásticas, se casó, se fue de Culiacán y se dedicó a la docencia. Durante 30 años fue maestra de preescolar y en ese lapso pintó en su salón de clases, frisos y de vez en cuando en algún mural de algún jardín de niños. También impartió talleres de pintura en el Seguro Social.

"Pero pintando más formalmente tengo como 10 años y fue Francisco Bodart quien me invitó a formar parte del Jardín del Arte, cuando fue presidente, entonces empecé a soltarme a pintar al óleo".

Almanza ingresó al Jardín del Arte hace 5 años y desde entonces ha pintado más paisajes,en óleos y acrílicos. Hoy es la vicepresidenta de la asociación.

Aunque hace cuadros para vender, dice, realmente pinta para ella, lo que le gusta y si a alguien le interesa y lo quiere comprar, se lo vende.

"Los cuadros los hago para mí, porque a mí me gusta y si a alguien le gusta, bueno, no hago por encargo. Pinto, te gustó, si lo quieres te lo vendo, hasta te lo regalo".

Lo que más le gusta pintar son los paisajes y las especies animales.

"Pinto colibríes, un panda rojo, que me llamó la atención porque están en peligro de extinción, me daría mucha pena que desaparecieran y ya no se vieran y mi idea es plasmarlo, por si en el futuro ya no sabemos si esos animales vayan a estar, qué padre que los vea a través de una pintura", asegura.

"Igual la naturaleza, que la estamos destruyendo bastante, y pintarla es un rescate. Los paisajes van cambiando, y qué bueno decir, aquí estaba esto antes, que era antes esto verde, hoy un edificio".

Cumplir sueños en las pinturas

Si algo da alegría a Rosa Herminia Lizárraga es pintar. Cuando plasma sus ideas, se desconecta del mundo y se activan los neurotransmisores que le dan felicidad.

Rosa Herminia Lizárraga.

"Es algo que no puedes explicar, para mí esa sensación de felicidad, siempre lo digo, que pintar es una excelente terapia antidepresiva, antiestrés, aunque sí tenemos momentos de frustración cuando no nos queda un trazo, pero cada pincelada es una nueva oportunidad, y ya que ves el resultado, es algo extraordinario, algo muy bonito".

Desde hace cinco años empezó a pintar con más enfoque. Antes tomó cursos, pero eran como verano, porque no se daba el tiempo por su negocio y sus niños. Hasta que llegó a Rosa Magenta, la escuela de arte de Cecilia López, quien fue finalmente quien la invitó a formar parte del Jardín del Arte. Es la nueva integrante.

"La verdad, siempre había querido pintar, pero por los niños, tengo una estética y por el trabajo no me daba tiempo. Ahora ya puedo organizar mis citas en la estética y puedo estudiar, siempre lo había querido hacer".

A Rosa le gusta pintar rostros. Como siempre había querido pintarse con un penacho, lo hizo y a raíz de ahí le han pedido sus amigas que la pinten igual.

"Con los penachos me he enfocado más al rostro, también he pintado cuadros que han sido cosas mías, mis sueños y que no me atrevo a hacer. Por ejemplo pinté un paisaje con unos globos aerostáticos, que nunca me voy a subir a uno, pero me pinté, pinté cuatro, mi esposo, mis hijos y yo, cada quien en un globo", cuenta.

"Cuando mis hijos se vieron, estaban encantados, se proyectan, me dicen 'Mamá, mira'... y ahí cumplo mis sueños, en los cuadros".

En su estética, comparte, pone sus obras y las clientas cuando las ven, le piden que las pinte.

"Y yo pinto lo que la gente me pide".

EN EXHIBICIÓN

* Georgina Almanza expone 8 obras de arte en Galerías San Miguel. Paisajes, cuadros al óleo, en formatos de 60 x 90. Hay paisajes de Sinaloa y otros países, del otoño y caminos.

* Rosa Herminia Lizárraga expone 7 obras, entre paisajes, rostros con penachos y una última cena en abstracto.

"Cuando empiezas a pintar, no sabes en qué va a acabar la obra, cuando menos piensas ya no le puedes meter nada, porque si le pones algo más, lo echas a perder".

Georgina Almanza Hernández

Pintora

"Cuando expones y te vas, dejas algo de ti, luego vuelves y ver que la gente se detiene a ver tu trabajo, no importa si vendes o no, pero que lo estén admirando es muy bonito".

Rosa Herminia Lizárraga

Pintora