"Reabren Catedral para misa de Adoración Nocturna Mexicana ante cenizas de Monseñor Trinidad"

MAZATLÁN._ Por primera vez durante la pandemia sanitaria por el Covid-19, fue reabierta la Catedral Basílica de la Inmaculada Concepción para la misa dominical de las 9:00 horas ante las cenizas de Monseñor José Trinidad Hernández Dávila, quien falleció por padecer dicho virus.

A esa hora al recinto religioso, del que Monseñor Hernández Dávila estuvo al frente del mismo como rector y párroco por 29 años, asistieron cerca de 150 personas, principalmente de la Adoración Nocturna Mexicana, de la que el presbítero originario de Arandas, Jalisco, fue asistente diocesano.

Ahí el Obispo de la Diócesis de Mazatlán, Monseñor Mario Espinosa Contreras, en su homilía en la eucaristía recordó que hace un mes, el domingo 7 de junio Monseñor Trinidad concelebraba como lo venía haciendo los domingos del tiempo fuerte de la pandemia, y el martes 9 de ese mismo mes que se celebró la Misa Crismal, que fue la última ocasión que él estuvo en la santa misa.

Posteriormente empezó con síntomas de su enfermedad y hace 15 días, después de haber estado prácticamente un día y medio confinado en su cuarto, ya enfermo y con oxígeno, fue llevado al hospital donde finalmente terminó su vida mortal el pasado jueves 2 de julio.

"Queridos hermanos y hermanas, hace 31 años Monseñor llegó a la Catedral Basílica, en 1989, primero de vicario, venía como vicario parroquial y posteriormente como párroco al año siguiente, y desde entonces estuvo fuertemente vinculado con la Adoración Nocturna Mexicana tanto con los turnos de Catedral que los acompañaba con mucha solicitud como toda la Adoración Nocturna Mecana", añadió Monseñor Espinosa Contreras.

También viajaba los fines de semana a vigilias de adoración ya sea a Cosalá o Teacapán y ya a las 8:00 horas del domingo estaba nuevamente en Catedral, pues tuvo una gran vinculación con la Adoración Nocturna Mexicana, cuyos miembros asistieron hoy a la misa de las 9:00 horas, además estaba vinculado a San Tarcisio y Santa Inés, así como a los mártires de Cristo Rey.

"Él nos demostró tener un gran amor a la sagrada eucaristía, así como al sacramento de la reconciliación, un amor fuera de serie, porque algunos de los últimos vicarios en alguna ocasión le decían qué bárbaro Padre Trini bien se puede pasar todo el domingo confesando en todas las misas", continuó el Obispo de la Diócesis de Mazatlán, que comprende todo el sur de Sinaloa.

Agregó que el presbítero, quien estaba por cumplir 47 años de ordenación sacerdotal y falleció a los 81 años de edad, amaba la reconciliación con Dios en el sacramento de la penitencia y amaba la eucaristía en su celebración, que siempre la celebraba con dignidad y amaba a nuestro Señor en el sagrario y en la Adoración Nocturna.

"Y ahí nos deja un testimonio que a todos nos impulsa, nos alienta, amar a nuestro Señor en su palabra, en el prójimo y de manera especial en el sacramento del altar y en el sagrario para que todos nosotros vayamos reduciendo y controlando nuestro egoísmo, que es lo que hoy nos propone la palabra de Dios, porque todos traemos desde que nacemos egoísmo y nos vamos a morir con él, no se puede quitar, está íntimamente vinculado a la naturaleza humana", subrayó el Obispo.

"Pero sí lo podemos educar, controlar, eso sí es factible, o también lo podemos dejar desbordar, lo podemos dejar totalmente a su instinto, a sus impulsos y entonces nos volvemos seres humanos que somos un desastre, aquel que se deja guiar por el egoísmo y se conduce por el egoísmo se hace un hombre y una mujer deshumanizados y también pueden estar muy vinculados al placer ilegítimo y a los vicios".

Por eso dijo que es muy importante y la palabra de Dios no deja de estar advirtiendo, como en la palabra de hoy, que los seguidores de Cristo se deben guiar por el espíritu de aquel que resucitó de entre los muertos y ese espíritu se recibe en el bautismo y también puede crecer, se puede desarrollar en sus distintas vertientes hermosas y en sus frutos prodigiosos se puede desarrollar como lo hizo en la vida de los santos.

"Y es lo deseable que nosotros no dejemos de lado el egoísmo, sino atentos, vigilantes y a sus hijos e hijas igualmente hay que propiciarlos que sean generosos, que no se dejen conducir por el egoísmo porque también entre los hermanos puede darse el egoísmo y entre los esposos, el esposo debe ser generoso, la mujer debe ser generosa porque cuando uno de ellos o los dos son egoístas pues es un desastre", reiteró Monseñor Espinosa Contreras, entre otros puntos.

Al término de la misa los decenas de integrantes de la Adoración Nocturna Mexicana le dieron un fuerte aplauso al padre Hernández Dávila ante sus cenizas flanqueadas por un pendón de dicha agrupación y otro del Vaticano por ser Monseñor.

A las 18:00 horas se oficiará otra eucaristía a la que asistirán integrantes del Movimiento Misionero y a las 10:30 horas de mañana lunes se celebrará una misa especial a la que asistirán los presbíteros de la Diócesis de Mazatlán, así como cerca de 15 de sus familiares.

Al término de dicha celebración una parte de las cenizas de Monseñor Hernández Dávila serán depositadas a espaldas del altar principal de la Catedral, donde también hay nichos para obispos y rectores, y la otra parte de las cenizas serán llevadas a su natal Arandas, Jalisco, de donde salió entre los 16 y 15 años de edad para venir a Mazatlán.