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"SEMANA SANTA 2019"

"Recuerdan en Catedral de Mazatlán el gesto de humildad antes de la Última Cena"

"En una nostálgica ceremonia, el Obispo Mario Espinosa Contreras encabeza el lavatorio de pies"

MAZATLÁN.-La tradicional misa de lavatorio de pies evocó en la Catedral de Mazatlán aquel gesto de humildad que Jesús compartió con sus discípulos, previo a la última cena.

En una nostálgica ceremonia, el obispo Mario Espinosa Contreras encabezó esta celebración en el máximo recinto religioso del puerto, esto abrió el triduo pascual donde cientos de piezas de pan fueron bendecidas, también parte de la tradición.

El lavatorio de pies representa la misma acción de Jesús con sus discípulos, como un acto de humildad y servicio; en Catedral un sacerdote lavó los pies a 12 ciudadanos que son parte de la Adoración Noctura de Catedral, ellos fueron seleccionados para representar a los 12 apóstoles.

Y en una ceremonia con lleno total el Obispo ofició la misa.

En su homilía destacó lo importante de ayudar al prójimo, y cómo sencillas acciones de humanidad resultan la salvación para quien las recibe y para quien las ofrece.

“Cuando hacemos una obra bien intencionada también se nos da salvación, porque nosotros favorecemos a un hermano, cuando alguien da un buen consejo también ayuda a ambos, al que da y al que lo recibe si lo escucha con atención. Es muy hermoso”, comentó Espinosa Contreras.

El Obispo de Mazatlán destacó lo importante de esas pequeñas acciones del día a día como mirar las estrellas o disfrutar la naturaleza.

“Como cuando se visita al enfermo, hay buena acción tanto del que vista como el enfermo que lo agradece... hay muchas maneras de obras muy hermosas, pero hay una manera especialísima que son los sacramentos”, destacó.

En su mensaje el Obispo dejó en los feligreses lo importante que resulta la humildad y los pequeños actos que, para muchos, son grandes acciones de bondad y amor.

Ante una Catedral abarrotada, a los 12 discípulos les lavaron los pie, como es tradición religiosa.

En el marco de esta celebración eucarística el Obispo también bendijo el pan que decenas de asistes presentaron, lo que evocó al pan que habría de servirse en la última cena. Entre cantos de fe los feligreses participaron en este ritual religioso, donde el mensaje fue la humildad.

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