|
"CONFERENCIA"

"Richard Strauss deja huella extraordinaria en la historia de la ópera"

"Sergio Vela ofrece conferencia en torno a Capriccio, última ópera del compositor alemán, como parte del Seminario de Cultura Mexicana"

Si Richard Strauss hubiera muerto a los 40 años, tendría un lugar poco trascendente en la ópera, pues había compuesto sobre todo sinfonías. Si hubiera muerto a los 41, estaría presente porque ya había creado Salomé, que marca un antes y un después. Pero murió a los 85, compuso 13 más y dejó una huella extraordinaria en la historia de la ópera, aseguró Sergio Vela.

"Resulta que entre los 40 y los 78 cuando compuso su última ópera, no compuso más porque no tenía la energía, dejó una huella extraordinaria en la historia de la ópera, su colaboración de seis títulos con con el dramaturgo y poeta Hugo von Hofmannsthal es absolutamente emblemática".

Durante la conferencia La ópera sobre la ópera Capriccio de Richard Strauss, como parte del Seminario de Cultura Mexicana Culiacán, Vela quien es director de escena y diseñador especializado en ópera, cuyos trabajos se han presentado en México, Estados Unidos, Italia, España, Alemania, Irlanda y Brasil, destacó que la última opera de Strauss ocupa un lugar preponderante en su repertorio.

"Capriccio resume la capacidad autocrítica de Strauss, él buscaba afanosamente hacer óperas ligeras, lo que él llamaba, tengo ganas de hacer una opereta, y por algún motivo en lugar de hacer una opereta le salía una 'operota', esa es la verdad", dijo ante la risa del público.

Cerca del final de su vida, contó, tuvo un encuentro creativo importantísimo con el gran literato, Stefan Zweig, la mujer silenciosa y el planteamiento de Día de paz, pero se vio truncada porque éste era judío y se tuvo que exiliar y luego murió.

Posteriormente Strauss y Clemens Krauss hicieron un libreto a partir de una pregunta que explica la naturaleza misma de la ópera.

"Hay una vieja dicotomía que suele expresarse en una fórmula que dice ¿Primero van las palabras y después va la música, o primero la música y después las palabras? La pregunta no se plantea sobre una cuestión de qué se hace antes, sino qué tiene mayor jerarquía", destacó.

"La ópera no es música a la que se le agrega palabras, la ópera es prepoderantemente y esencialmente palabra dramática, es decir teatro, cuyo vehículo de expresión es musical. Siempre se musicaliza un texto".

Consideró que puede existir una idea musical determinada en un compositor y que puede tratar de adecuar las palabras a esa idea musical, pero el punto de partida siempre será un texto para que el compositor pueda trabajar sobre él.

"La pregunta es quién manda, quién condicional el resultado de una partitura, la palabra manda a la música, o se supedita a la fuerza de la música", agregó.

"La gran maravilla de la ópera estriba en que la música potencia el sentido de las palabras, es una forma artística de gran abstracción que si no tiene un referente extra musical su significación puede depender de la percepción de cualquier un individuo, lo que le evoca tal o cual melodía puede ser totalmente distinto a lo que le signifique a otra persona".

Cuando Strauss tenía 78 años estrenó su última ópera, que trata sobre la naturaleza de la ópera, sobre la discusión en torno a la fuerza de la palabra o de la música.

Esta ópera fue Capriccio, en italiano, porque es una forma libre, no sigue cánones determinados, tema que se exponga o desarrolle, un capriccio permite un tratamiento libre en términos formales.

"Strauss plantea en esta ópera en París, del siglo 18, en la época en que ocurre la querella entre los que defienden la preponderancia de la palabra y los que defienden la preponderancia de la música, querella histórica que enfrentó a entusiastas y detractores de uno y otro bando".

Inicia en salón, en casa de una condesa que recibe en su palacio que comparte con su hermano, a distintos artistas para poder tener una vivencia estética íntima y entre los artistas hay un poeta, un músico, un director de teatro, y llegará una actriz.

La ópera tiene 13 momentos escénicos, los artistas discuten sobre el arte de cada uno, sobre lo qué es más importante, cada uno expresa amistosamente una rivalidad entre unos y otros.

Al final vieron en video algunos momentos de la obra.

 

PARA SABER

Al inicio de la conferencia, Sergio Vela estuvo acompañado por el historiador Gilberto López Alanís, responsable de la corresponsalía de Culiacán del Seminario de Cultura Mexicana.

 

Periodismo ético, profesional y útil para ti.

Suscríbete y ayudanos a seguir
formando ciudadanos.


Suscríbete
Regístrate para leer nuestro artículo
Esto nos ayuda a identificarte mejor al poder ofrecerte información y servicios justo a tus necesidades al recibir ayuda de nuestros anunciantes.


¡Regístrate gratis!