"Santa Fe, la ciudad fantasma de Mazatlán"

"Por cada vivienda habitada que existe hay por lo menos tres o cuatro viviendas abandonadas, así vive la gente, en medio de esqueletos de casas"

MAZATLÁN._ Dicen que aquí es peligroso. Dicen que antes de hacer un reportaje de este lugar, debes pensar dos veces lo que se publica. Dicen que la mayoría de la gente aquí no escucha, no habla... y no ve nada.

Se llama Santa Fe, y se entra por la Carretera Internacional al Sur, rumbo a la sindicatura Villa Unión, a unos metros antes de llegar al penal local.

“Aquí está la zona fresa”, dice el fotógrafo al pasar por las primeras casas del fraccionamiento, casas que recuerdan cajas de zapatos, casas donde la ropa limpia se tiende afuera porque adentro no hay espacio.

Luego, más adentro del fraccionamiento, aparece lo que llaman “la ciudad zombi”.

En Santa Fe, por cada vivienda habitada que existe hay por lo menos tres o cuatro viviendas abandonadas, así vive la gente, en medio de esqueletos de casas.

“Todas las casitas aquí tenían todo, la puerta, sus ventanas, pero las roban y así las dejan, sin nada”, dice una señora de la Calle California, vecina desde hace 10 años.

“Si vas al Centro, cuando llegas de vuelta ya no hay nada”.

Santa Fe nació como un proyecto de urbanización de casas económicas apostándole al desarrollo sur de la ciudad.

El desarrollo, sin embargo, se demoró, pocos se atrevieron a irse a vivir “al otro lado de la ciudad”, y el proyecto fracasó. Viajar desde Santa Fe hasta el Centro de la ciudad en camión urbano puede tardar más de una hora.

Pero la distancia no es lo único que “asusta” a la gente para vivir aquí. El fraccionamiento hace frontera con un predio donde las “rastreadoras”, un colectivo de mujeres dedicadas a recuperar cuerpos humanos, han encontrado fosas clandestinas.

El desgobierno es tal, resultado de la soledad, que los vecinos hacen “extensiones “de sus casas e invaden las de enseguida.

Las líneas de casas sin alma alcanzan de esquina a esquina en algunos casos.

“No pasa nada, al cabo nadie vive ahí”, se defiende una señora cuando se le cuestiona por qué utiliza un domicilio junto al suyo a manera de patio lateral.

La Secretaría de Seguridad Pública reconoce al fraccionamiento como un foco rojo en adicciones y delitos menores. Se habla de operativos de vigilancia, de combate al crimen, se habla muchas cosas. La gente dice que sí se patrulla, pero poco.

“Nadie se quiere venir aquí porque está lejos y porque tenemos muchos vagos”, dice otra señora, desde el anonimato, por temor, “si tuviera dónde vivir me voy”.

Periodismo ético, profesional y útil para ti.

Suscríbete y ayudanos a seguir
formando ciudadanos.


Suscríbete
Regístrate para leer nuestro artículo
Esto nos ayuda a identificarte mejor al poder ofrecerte información y servicios justo a tus necesidades al recibir ayuda de nuestros anunciantes.


¡Regístrate gratis!